El consorcio Eastman Kodak, con sede en Rochester (Nueva York), se declaró en bancarrota para lograr la reorganización de sus negocios ante la fuerte competencia y reforzar la liquidez, informaron fuentes corporativas.

Según un comunicado difundido este jueves por la empresa, la directiva presentó una solicitud ante los tribunales para acogerse a la quiebra voluntaria, que daría cobertura a la casa matriz y a las filiales en Estados Unidos.

La compañía, fundada en 1888 y con una sólida presencia durante décadas en el mercado de la industria fotográfica convencional, comenzó a ceder posiciones ante la llegada de la era digital.

Kodak ratificó que cuenta con la capacidad necesaria para operar y enfrentar la demanda de servicios de sus clientes, toda vez que con esta declaración de bancarrota aspira a rentabilizar su propiedad intelectual no estratégica y eliminar los pasivos.

En ese sentido, la firma espera concretar la venta de un paquete cercano a las mil patentes, con vistas a acceder a financiamiento fresco para elevar los niveles de liquidez.

Asimismo, reveló que cuenta con una línea de crédito por 950 millones de dólares con el Citigroup que permitirá cumplir con obligaciones como el pago de salarios.

No obstante, la liberación de esos fondos está sujeta a una decisión de los tribunales que verán el caso de la quiebra.

La situación de la empresa era ya compleja desde hace años, pues en el 2006 contaba con 40 mil 900 empleados en todo el mundo y ya en el 2010 la cifra bajó a 18 mil 800.

Este paso era previsto por los mercados, donde las acciones de Kodak experimentaron en los últimos 12 meses una contracción del 91,5 por ciento en su valor.