Madrid.- La infanta Cristina, hija menor del rey Juan Carlos de España, fue imputada ayer en la investigación por presunta corrupción abierta contra su marido, Iñaki Urdangarin, llevando al corazón de la familia real un escándalo que ya perjudicó gravemente la popularidad de la monarquía española.

Rubia, afable y con imagen de princesa moderna, la infanta Cristina, de 47 años, ha sido llamada a declarar el 27 de abril “por delito de tráfico de influencias” ante el juez de Palma de Mallorca que instruye el denominado “caso Nóos”, que implica desde 2011 a su marido, con el que tiene cuatro hijos, informó una fuente judicial.

Hasta ahora la infanta había permanecido al margen de una investigación que se acercaba más peligrosamente a la casa real y al entorno más próximo del monarca, de 75 años, cuya imagen también se vio afectada por el escándalo. “La casa del rey no hace ningún comentario sobre las decisiones judiciales”, declaró inmediatamente un portavoz de la casa real, después de conocerse la noticia.

Alto y apuesto, Urdangarin, de 45 años, ex campeón olímpico de balonmano y ahora duque de Palma, es sospechoso, al igual que su ex socio Diego Torres, de haber desviado 6 millones de euros de dinero público a través del Instituto Nóos, una sociedad de mecenazgo que presidió entre 2004 y 2006.

La casa real ya había sufrido un duro golpe cuando Carlos García Revenga, secretario y hombre de confianza de Cristina y de su hermana mayor Elena, fue citado a declarar por el juez José Castro el pasado 23 de febrero.

Ahora, la imputación de la hija del rey, que implica que es investigada aunque no se encuentra inculpada, tiene lugar después de que su nombre apareciera en varios correos electrónicos transmitidos por Torres.

Según el diario El Mundo, la defensa de Torres entregó un paquete de 30 correos electrónicos, en algunos de los cuales “se detalla cómo el duque explicaba a su mujer detalles del funcionamiento y los negocios de Nóos ya que ella formaba parte de la junta directiva”.

“En otro correo, Urdangarin le contaba a la infanta, a quien llama ‘Kid’, sobre la adjudicación de un trabajo, un ‘estudio de notoriedad’, que hizo la empresa Nissan a Nóos en junio de 2003”, afirma el rotativo.

“A partir de la declaración de don Diego Torres Pérez y de los numerosos correos electrónicos que aportó en su curso, y después de escuchar la versión dada por don Luis Carlos García Revenga, surge una serie de indicios que hace dudar de que doña Cristina Federica de Borbón y Grecia desconociera” los negocios de su marido, consideró el juez Castro en su auto de ayer.