El Tribunal Regional de Distrito Federal absolvió por unanimidad el martes 2 de julio de 2019 al expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de uno de los cargos en su contra por supuesta corrupción.

Los magistrados declararon como inocente a Lula del delito de soborno ante la falta de pruebas. La acusación había llegado tras declaraciones que señalaban al sindicado de comprar el silencio del exdirector de Petrobras Renato Duque durante las investigaciones sobre corrupción.

Duque había declarado en su momento que Lula le pidió destruir todas las "pruebas" que pudieran demostrar el pago de sobornos a dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) en el exterior.

La confirmación de la absolución llega en el momento en que el periódico Folha de São Paulo afirmara que el empresario Leo Pinheirio, máximo accionista de la constructora OAS, fue forzado y chantajeado por fiscales de la Operación Lava Jato para declarar contra Lula y a cambio recibiría reducción de la pena. En sus dos primeras intervenciones culpaba al expresidente, pero en la última declaración su discurso dio un viraje inesperado.

Uno de los fiscales que presuntamente incidió en las declaraciones de Pinheiro es el exjuez y actual ministro de Justicia, Sergio Moro, quien debe explicar ante el Congreso sus extralimitaciones cuando fue fiscal del caso.

El sitio digital The Intercept reveló el pasado 9 de junio de 2019 una serie de conversaciones del exjuez Moro con fiscales e investigadores de la operación Lavo Jato a través de diferentes plataformas de mensajería en la que se presentan diálogos que demuestran una violación del Código de la Magistratura. (I)