Madrid

El juez instructor del caso de presunta corrupción que sacudió a la familia real española mantuvo la imputación a la infanta Cristina, abriendo la vía para que sea juzgada, solo seis días después de la proclamación de su hermano, Felipe VI, como nuevo rey.

La imputación en diciembre de 2011 del esposo de Cristina, Iñaki Urdangarin, de 46 años, por presunta malversación, y después de la infanta, por delito fiscal y blanqueo, provocaron un escándalo que contribuyó a hundir la popularidad del rey Juan Carlos, antes del anuncio de su abdicación el pasado 2 de junio.

Las consecuencias del denominado ‘caso Nóos’ es uno de los primeros problemas que debe enfrentar el nuevo monarca, Felipe VI.

La decisión del titular del Juzgado de Instrucción de Palma, José Castro, abre la puerta a que la infanta sea juzgada junto a su marido, Iñaki Urdangarin, y otros 14 imputados por esta trama de corrupción investigada por la presunta malversación de 6 millones de euros de dinero público de estas autonomías a través del Instituto Nóos, dirigido  por el duque de Palma y su exsocio Diego Torres. La Casa del Rey se limitó a expresar su “pleno respeto a las decisiones judiciales”.