Atenas.-

El jubilado griego  Dimitris Christoulas, de 77 años, se suicidó el miércoles pasado ante el Parlamento, situado en la plaza Sintagma de Atenas, lo que ha causado una ola de indignación en el país heleno, acosado por las medidas de ajuste.

El anciano, una vez que llegó a la plaza, símbolo del poder político griego, tomó una pistola y se disparó en la cabeza. 
Con el suicida  había una nota que decía: “El gobierno Tsolakoglu ha aniquilado toda posibilidad para mi supervivencia”, decía el escrito.

El ciudadano compara al actual gobierno del ex banquero Lukás Papadimos con el de Yorgos Tsolakoglu, primer ministro en el gobierno colaboracionista impuesto en Grecia durante la ocupación nazi.

“Y, dado que no puedo hallar justicia, no encuentro otro modo de reaccionar que poner un fin decente (a mi vida), antes  que comenzar a rebuscar en la basura para encontrar comida”, explicó en su escrito de despedida, según varios medios griegos.

Según un video difundido por el canal informativo Zougla, una trabajadora de la limpieza del Ayuntamiento declaró que antes de quitarse la vida el hombre había gritado: “No quiero dejar deudas a mis hijos”, y que lo siguiente que vio fue al jubilado muerto en el suelo.

En el escrito, el suicida hace un llamado a la lucha armada contra el que llama el “gobierno de ocupación”. “Dado que no tengo una edad que me permita responder activamente (aunque sería el primero en seguir a alguien que tomase un Kalashnikov) no encuentro otro modo de reaccionar”, señala el documento que ha dado impulso al debilitado movimiento de los indignados griegos.

El fallecido era un farmacéutico jubilado, confirmó el presidente de la Asociación de Farmacéuticos del Ática, Kostas Lurantos, quien explicó que hasta 1994 poseía una farmacia que, tras jubilarse, vendió.

Las pensiones de jubilación fueron recortadas desde el inicio de las medidas de austeridad del Gobierno en 2010 en alrededor de un 15%, mientras que las de más de 1.200 euros han experimentado un tijeretazo adicional del 20%.

Los suicidios se han incrementado de forma notable en los últimos tres años en Grecia, y los especialistas creen que es una consecuencia de la grave crisis económica que atraviesa el país.

Entre 2000 y 2008 hubo una media anual de 366 suicidios, una de las tasas más bajas de Europa, según los datos de la Autoridad Griega de Estadísticas. En 2009, 2010 y 2011 las cifras de suicidios se situaron en 507, 622 y 598,  respectivamente.