La Iglesia chilena vive un histórico momento luego de que 34 obispos pusieron su cargo a disposición por pedido del papa Francisco a causa de los escándalos de abusos sexuales al interior del clero.

En medio de esta crisis Juan Carlos Cruz, una de las víctimas del expárroco Fernando Karadima, reveló en una entrevista con el diario español El País la conversación que sostuvo con el Sumo Pontífice, durante las reuniones en el Vaticano.

Cruz dijo que le contó al Papa cómo los obispos chilenos usaron su orientación sexual como un arma para tratar de desacreditarlo y sobre el dolor que los ataques personales le ocasionaron.

A lo que el Pontífice habría dicho: “Juan Carlos, que tú seas gay no importa. Dios te hizo así y te quiere así y a mí no me importa. El Papa te quiere así, tú tienes que estar feliz con quien tú eres”.   

El Vaticano declinó confirmar o negar los comentarios, por su política de no comentar sobre las conversaciones privadas del Santo Padre.

Las enseñanzas de la Iglesia piden que los gais y las lesbianas sean respetados y amados, pero considera la homosexualidad “intrínsecamente trastornada”.

Sin embargo, Francisco busca que la Iglesia sea un lugar más acogedor para los homosexuales. Incluso en 2013 comentó: “¿Quién soy yo para juzgar?”.

El Pontífice también habló de su propio ministerio a personas gais y transgéneros, insistiendo en que son hijos de Dios, amados por Dios y merecedores del acompañamiento de la Iglesia. (I)