El exsecretario general de la OEA, José Miguel Insulza, fue nombrado agente chileno ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en reemplazo de Felipe Bulnes, para emprender la segunda etapa de defensa ante la demanda marítima boliviana.

Insulza tendrá a su cargo el equipo de abogados en lo que será "la segunda fase" de la defensa chilena en este proceso que comenzó en 2013 cuando Bolivia presentó su demanda marítima para obligar a Chile a negociar una salida soberana al mar en su favor, anunció el lunes la presidenta Michelle Bachelet.

"Nuestro agente, hasta ahora, el jurista Felipe Bulnes, nos ha propuesto que esta nueva etapa tiene exigencias distintas a la anterior, y en razón de ello me ha pedido relevarlo de su cargo (...) el nuevo agente de la defensa será el abogado y exministro José Miguel Insulza", señaló Bachelet.

"En un diagnóstico de honestidad le comenté al canciller (Heraldo Muñoz) y a la presidenta que se había perdido la cohesión", afirmó Bulnes.

José Miguel Insulza, reconocido como un político de peso en Chile y con importantes vínculos internacionales tras haber ocupado el cargo de secretario general de la OEA entre 2005 y 2015, tendrá a su cargo no sólo la defensa de Chile sino de promover sus argumentos en el exterior.

"Chile es un país respetuoso del derecho, dispuesto al diálogo y a buscar las mejores relaciones con sus vecinos. Sin embargo, eso lo queremos hacer con nuestras decisiones, en uso de nuestra soberanía, y de acuerdo con nuestra presencia en el mundo", afirmó Insulza, quien también ocupó tres cargos ministeriales, uno de ellos como canciller, en dos periodos presidenciales, entre 1994-2005.

Dirigida por Insulza, la defensa chilena debe preparar una contramemoria que será presentada ante la CIJ el 25 de julio de 2016, en respuesta a la memoria que Bolivia exteriorizó en abril del año pasado.

Bulnes había asumido como agente chileno en 2013 bajo la presidencia del derechista Sebastián Piñera (2010-2014), gestión en la cual también fue ministro de Educación y Justicia.

La presidenta Bachelet había confirmado a Bulnes como agente y bajo su gestión Chile presentó la objeción de la competencia de la CIJ sobre la demanda boliviana en 2014, que fue rechazada por la Corte, que se declaró competente para conocer el fondo del proceso.

Si bien este fallo fue visto en Bolivia como una victoria, el gobierno chileno afirmó que la decisión de la CIJ acotó la demanda boliviana, asegurando que el tribunal no puede obligar a Chile a cederle un territorio con soberanía.

"Producto de la objeción preliminar Chile logró limitar sensiblemente la demanda boliviana, estableciendo la corte que Bolivia ya no puede pretender imponerle a Chile negociar además con el resultado predeterminado", añadió Bulnes.

Una nueva etapa

La presidenta Michelle Bachelet anunció el inicio de una nueva etapa en la defensa chilena, en medio de críticas de algunos sectores políticos que calificaron de "tibia" la propaganda que ha realizado su gobierno ante la demanda boliviana.

"Esta nueva etapa será también acompañada por una acción política y comunicacional que le va a mostrar al mundo no sólo las razones de Chile sino también el papel positivo y pacífico que nuestro país ha desempeñado en la región y en el mundo", explicó Bachelet.

Bolivia promovió una fuerte campaña de su demanda, e incluso, el vocero y expresidente boliviano Carlos Mesa, y el canciller David Choquehuanca, estuvieron en Chile este año para explicar la postura de su país, lo que sacó ronchas en la cancillería chilena.

Con esta demanda, Bolivia busca que se atienda su centenario reclamo frente a Chile sobre una salida soberana al océano Pacífico tras haber perdido sus costas en una guerra entre ambos países a fines del siglo XIX.

Chile argumenta que las consecuencias para Bolivia derivadas de este conflicto fueron saldadas en un tratado de paz bilateral firmado en 1904.

Como consecuencia, las relaciones diplomáticas entre ambos países están rotas desde 1978. (I)