Jair Bolsonaro proclama su apego a la Constitución
El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, está en Brasilia para ajustar detalles de la transición con el mandatario saliente, Michel Temer.
Bolsonaro habló ayer ante el Parlamento en una sesión de conmemoración del 30° aniversario de la Constitución de 1988, donde garantizó que gobernará Brasil con apego a la Carta Magna.
La declaración aclara su posición sobre una posible reforma al texto constitucional anunciada en campaña por su vicepresidente electo Hamilton Mourao.
“En democracia hay un solo norte: el de nuestra Constitución”, declaró el excapitán del Ejército, invitado a tomar la palabra en esa ceremonia, en presencia del presidente saliente, Michel Temer, quien le entregará el poder el 1 de enero, de los jefes de la Cámara de Diputados y del Senado, del Supremo Tribunal Federal (STF) y la Fiscal General de la República.
En su breve alocución, Bolsonaro, un admirador de la dictadura militar (1964-85), celebró el texto que organizó la vida democrática de los últimos 30 años y evocó varias veces a Dios.
En una de ellas, para retomar su lema de campaña, en la cual contó con un fuerte apoyo de las ultraconservadoras iglesias evangélicas: “Brasil por encima de todo y Dios por encima de todos”.
En otra agradeció a Dios por haber “salvado” su vida, tras la puñalada en el abdomen que recibió en un mitin el 6 de septiembre.
Bolsonaro se declaró durante su campaña “esclavo de la Constitución”, tras verse obligado a desautorizar a su compañero de fórmula, el general retirado Hamilton Mourao, quien lanzó la idea de redactar otra con un consejo de notables, prescindiendo del Congreso y de los electores.
La fiscal general, Raquel Dodge, se congratuló por el hecho de que “el presidente electo saludara la Constitución y sus normas, tal como lo hicieron las autoridades actuales”.
La Constitución de 1988 “dio garantías” para que los fiscales puedan cumplir con su mandato “luchando contra la corrupción, defendiendo el medio ambiente, defendiendo libertades, defendiendo la autonomía universitaria, la igualdad de género y luchando contra la discriminación que aún existe en nuestro país”, declaró Dodge.
Rodeado de un fuerte operativo de seguridad, Bolsonaro se trasladó desde Río de Janeiro a Brasilia en un avión de la fuerza aérea para iniciar la transición. Hoy se reunirá con Temer.
Muy sonriente y con una corbata a rayas, el ultraderechista llegó al Congreso con un convoy de autos negros. Al entrar a la Cámara de Diputados, donde ocupó una banca durante 28 años, Bolsonaro saludó a algunos de sus excompañeros colocando sus manos con forma de pistolas, gesto que se volvió su marca registrada durante la contienda electoral.
Dentro del plenario, cantó el himno brasileño con la mano en el pecho y se retiró después de los discursos en medio de un enjambre de asesores y periodistas.
Propuestas generan ansiedad
Su llegada al poder está acompañada por cierta ansiedad social, debido a sus propuestas de flexibilizar el porte de armas para combatir la criminalidad y a una carrera marcada por declaraciones discriminatorias contra minorías raciales y sexuales.
También dejó claro que el acercamiento con Israel y EE.UU. será prioridad en su política exterior, incluso anunció que transferirá la embajada de Brasil en Tel Aviv a Jerusalén, algo que preocupa al sector empresarial que lo apoyó en la campaña. (I)