Roma.-

La formación de un nuevo Gobierno en Italia se presentaba ayer como un rompecabezas, en el que se barajan distintas posibilidades de alianzas.

El líder del Partido Democrático (PD), Pier Luigi Bersani, reiteró ayer, en una entrevista al diario La Repubblica, su oposición a un pacto en solitario con Silvio Berlusconi para formar un gobierno estable. “Llámelo gobierno minoritario o gobierno de objetivos, yo lo llamo gobierno de cambio”, dijo en la entrevista el líder del centro-izquierda, que se dispone a presentar el miércoles próximo a su partido un programa de “siete u ocho puntos”.

Dicho programa prevé una reorientación de la política europea de austeridad hacia el crecimiento, un aumento de las ayudas estatales, un recorte de los costes de la vida política (mediante una reducción a la mitad del número de parlamentarios y una baja de los salarios de los cargos electos), y promover el desarrollo sostenible.

En su entrevista, Bersani relanzó la oferta hecha esta semana al ex cómico Beppe Grillo, para colaborar con este programa de reformas concretas que van en el sentido de las exigencias de campaña del jefe del Movimiento Cinco Estrellas.

Tras las elecciones legislativas del domingo y el lunes, el Partido Democrático tiene una amplia mayoría en la Cámara Baja del Parlamento, pero una minoría relativa (muy lejos de la absoluta) en el Senado.

La ecuación le impide al PD formar gobierno por su cuenta, con lo que necesita aunar fuerzas con otros para formar un Ejecutivo estable.

Los otros dos partidos más votados en las legislativas fueron la coalición PDL-Liga Norte del ex primer ministro Silvio Berlusconi, y el Movimiento Cinco Estrellas del excómico Beppe Grillo, opuesto a la doctrina de la austeridad.

En virtud del sistema bicameral italiano, Bersani necesita para constituir su gobierno la aprobación de la Cámara de Diputados y del Senado. Por ello, el jefe del Partido Demócrata amplió su propuesta de colaboración ayer a todas las formaciones presentes en el Parlamento, incluyendo el Pueblo de la Libertad, de Berlusconi.

A cambio de ese apoyo en el Parlamento, Bersani no descarta dar cargos al M5S o el PDL, como por ejemplo la presidencia de alguna de las dos cámaras. Esta semana, Grillo se negó a apoyar a Bersani, al que acusó de “acosar políticamente” a sus diputados. “El PD se cree una feria de animales, el M5S no se vende”, escribió ayer el líder populista.

Por su lado, Berlusconi ofreció su apoyo a Bersani, a lo que los militantes de izquierda y el entorno del secretario del PD se oponen con firmeza. “Beppe Grillo será quien decidirá, todo depende de si quiere nuevas elecciones o no. Tiene un papel central, él es quien tiene la sartén por el mango”, explica el profesor de ciencias políticas Roberto DAlimonte.

Para tranquilizar a la Unión Europea, el presidente italiano, Giorgio Napolitano, garantizó durante una visita en Alemania que la península “asumirá sus responsabilidades y hará su parte de sacrificios”, en un contexto de recesión (el PIB se contrajo 2,4% en 2012) y alto endeudamiento (127% del PIB).

Pero advirtió que no es posible acelerar la formación de un gobierno antes de la segunda mitad de marzo. Y es que los resultados de las legislativas italianas han creado incomodidad en la UE en general y en Alemania, el principal promotor de la austeridad como método para salir de la actual crisis económica.