La decisión del jefe del Estado de Italia, Sergio Mattarella, de no aceptar a Paolo Savona, crítico con el euro, para ejercer como ministro de Economía en un posible Gobierno entre el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga dividió a los partidos y a la opinión pública.

Italia vive una grave crisis política tras 85 días sin Gobierno y después de que el domingo Mattarella reiterara su negativa a aceptar a Savona en un futuro Ejecutivo, una decisión que provocó que el jurista Giuseppe Conte renunciara a impulsar un proyecto para dirigir Italia.

El Presidente confirió este lunes 28 de mayo esta tarea al exdirigente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Carlo Cottarelli, algo que generó tensión y dividió a la opinión pública y a los políticos, entre quienes apoyan a Mattarella y creen que defendió las instituciones italianas y quienes opinan que fue una intervención que perjudica la democracia.

Cottarelli afirmó, tras reunirse con el presidente en el Palacio del Quirinal, que su intención es conformar un gobierno interino que apruebe los presupuestos de 2019, gestione “con prudencia” las cuentas públicas y convoque a elecciones a comienzos de ese año. Pero si no consigue el apoyo del Parlamento convocará a elecciones “después de agosto”.

El Cinco Estrellas y la Liga mostraron su rechazo firme al proceder de Mattarella y anunciaron que depositarán en el Parlamento lo que se conoce como “acto de acusación”, un proceso de destitución contra el Jefe de Estado por haber impedido la formación del Gobierno.

Por su parte, el líder de la Liga, Matteo Salvini, expresó a los medios que “hoy no hay un gobierno porque el presidente de la República hizo de árbitro a favor de un equipo”.

El secretario de la Liga en Lombardía, Paolo Grimoldi, también criticó el veto de Mattarella y pidió a los miembros de este partido que gobiernan en esta región del norte de Italia que retiraran “de las oficinas públicas la foto de Mattarella” porque considera que ya “no es un garante imparcial de los ciudadanos”.

La movilización a favor de Mattarella se sintió desde otros sectores políticos, como en el Partido Demócrata (PD), que gobernó durante los últimos 5 años.

La agrupación organizó concentraciones en distintas ciudades para mostrar su simpatía con el jefe del Estado. (I)