Israel llega a sus 70 años en plena escalada con Irán
El Estado de Israel cumplirá mañana 70 años de vida en plena escalada militar con Irán, su archienemigo, y con el gobierno más conservador de su historia.
Ubicada en la región más volátil del planeta, Israel se ha convertido en una potencia. Pero la política de su Gobierno, con el apoyo de Donald Trump, pone al país otra vez al borde la guerra.
Ahora, muchos se preguntan si Israel se convirtió en su propia amenaza. El país está divido entre quienes piensan que los valores judíos deberían primar y los que están inquietos sobre el estado de la democracia.
El gobierno de Benjamín Netanyahu generó conmoción al presentar un proyecto de ley para reforzar la identidad judía de Israel. Sus detractores se inquietan al ver esto como una amenaza para la democracia.
Esta disputa se manifestó recientemente en un proyecto de ley que define a Israel como el Estado Nación del pueblo judío, designa el hebreo como la única lengua oficial y ancla a Jerusalén como la “capital unificada”.
Paralelamente, el ministerio de Cultura ha buscado cortar los fondos a las instituciones culturales que demuestren ser “desleales” con el Estado de Israel y sus autoridades.
Historia de un nacimiento
Israel tiene su germen en el sionismo, un movimiento que buscaba el retorno de los judíos a la tierra de Palestina. En 1897 el primer congreso sionista proclamó que “el sionismo aspira a crear un hogar en Palestina para el pueblo judío”.
El antisemitismo y los pogromos (destrucción) en Europa aceleraron la llegada de judíos a la zona; pasaron de 24 mil en 1882 a 47 mil en 1895.
En 1947, la ONU votó la división de Palestina en 2 estados, uno judío y otro árabe. El plan fue aceptado por los dirigentes sionistas, pero no por los árabes.
El viernes 14 de mayo de 1948, los miembros del Consejo Nacional Judío fueron convocados a la galería principal del Museo de Tel Aviv.
A las 16:00 de aquel día, David Ben-Gurión mostró en medio de un silencio espectral un pergamino enrollado que contenía la Declaración de Independencia.
“La tierra de Israel es el lugar donde nació el pueblo judío (...) Frente al exilio, el pueblo judío permaneció fiel a la tierra de Israel en todos los países donde fue dispersado, no dejó nunca de rezar y de esperar a volver para restablecer su libertad nacional”.
Ben-Gurión señaló que los miembros del Consejo Nacional, “en representación de la comunidad judía de Palestina y del movimiento sionista mundial, reunidos en una asamblea solemne hoy, el día del fin del mandato británico (...)”. Además leyó que, según la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, “proclamamos la creación del Estado Judío de Palestina que tendrá como nombre Israel”.
Todos los asistentes se levantaron de sus asientos y entonaron, acompañados por la orquesta, los tonos graves de la Hatikvah (La Esperanza), el himno nacional.
“Mazel tov, Israel” (buena suerte Israel), murmuró Golda Meir, una fiel escudera de Ben-Gurión.
Cada miembro del Consejo fue invitado a poner su firma en el documento de independencia, un pergamino virgen con un texto mecanografiado grapado.
Ben-Gurión, que insistió en que todos firmaran con su nombre hebreo, fue el primero y el resto lo hizo en orden alfabético.
Pese al secretismo de la ceremonia, una multitud invadió las calles adyacentes a ese edificio. Pero rápidamente se fueron debido al descanso del shabat, pero también por el miedo a un ataque árabe.
Los ejércitos de los países árabes habían anunciado que entrarían en Palestina, una vez terminado oficialmente el mandato británico.
El 15 de mayo, 5 países árabes, Siria, Egipto, Transjordania, Líbano e Iraq, que habían rechazado el reparto de Palestina entraron en guerra contra el nuevo Estado.
Hace varios meses, Palestina era el escenario de combates entre judíos y árabes.
La “Guerra de la Independencia” terminó el 7 de enero de 1949, con un cese al fuego. Después, el territorio de Israel pasó de 14 mil km² establecidos por la ONU a 21 mil km².
Más de 760 mil palestinos fueron obligados al éxodo por el avance de las tropas judías o fueron perseguidos. Este exilio se conoce como “Nakba”, que significa catástrofe en árabe. Cerca de 400 aldeas fueron arrasadas.
El gran conflicto palestino
Por ello, el conflicto israelí-palestino se proyecta como una sombra en el futuro. Un número creciente de políticos de derecha se oponen a la creación de un Estado palestino y hablan abiertamente de anexar una gran parte de la Cisjordania ocupada.
Pero sus adversarios llaman la atención sobre el tema democrático y demográfico que esto plantea.
Según las cuestiones demográficas, si Israel quiere seguir como un Estado judío, tendría que negarles la igualdad de derechos a los palestinos e instaurar un régimen de apartheid, argumentan.
“Israel fue establecido para que el pueblo judío tenga por fin un hogar. Casi nunca se sintieron en casa en ningún lugar del mundo”, declaró recientemente David Grossman, uno de los grandes escritores israelíes.
Actualmente, después de 70 años de éxitos sorprendentes en tantos aspectos económicos, sociales, “Israel es con toda su fuerza, quizá una fortaleza. Pero sigue sin ser un hogar”, recalcó. Sin embargo para él, los israelíes no van a tener un hogar mientras que los palestinos no tengan el suyo”, concluyó el escritor. (I)