La Fuerza Aérea israelí ha atacado una base militar en la ciudad siria de Latakia para detener un supuesto envío de armas a la milicia libanesa chií de Hizbulá, según hoy informó la cadena CNN, que cita fuentes de la administración estadounidense.

Al parecer, las autoridades israelíes autorizaron el ataque (que por otra parte, no han confirmado) porque consideraron que se estaba preparando un envío de armas que contenía "equipo sofisticado de misiles" tierra-aire.

Por el momento, no hay informaciones sobre heridos o daños materiales en el sur de ciudad de Latakia, en la costa del Mediterráneo oriental y uno de los bastiones del régimen del presidente sirio, Bashar al Asad.

Por su parte, la cadena emiratí Al Arabiya informó de que la aviación israelí lanzó dos bombardeos en el área de Damasco y Latakia y que tenían como objetivo cargamentos de misiles.

Según Al Arabiya, estos ataques, que podrían haber ocurrido ayer, miércoles, destruyeron ocho misiles de tipo SAM que iban a entregados a Hizbulá.

De confirmarse el ataque aéreo, supondría una nueva intervención militar de Israel para impedir que lleguen armas a Hizbulá, como ya ocurrió el pasado julio.

Hizbulá ha ayudado al régimen de Al Asad en la guerra civil siria, que comenzó en marzo de 2011 y que ya ha causado más de 100.000 muertos, según la ONU.

Estos bombardeos no han sido confirmados hasta ahora ni por los medios oficiales sirios, ni por los activistas opositores.

El presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abderrahman, explicó por teléfono que se produjeron ayer explosiones en la base de la Defensa Aérea de Sanobar Yabla en Latakia, pero que se desconoce el origen de las mismas.

Por su parte, el coordinador general de la red de activistas Sham, Yafar al Jayer, dijo que hasta ahora no disponen de pruebas sobre un supuesto bombardeo israelí.

El pasado mayo, tres posiciones militares situadas a las afueras de Damasco fueron bombardeadas supuestamente por Israel, que no reconoció su implicación en este ataque.

También ese mes, otro ataque, del que también se responsabilizó a Israel, alcanzó un convoy con armas aparentemente destinadas a Hizbulá.

El régimen sirio advirtió entonces de que esta agresión abría "las puertas a todas las posibilidades" y que Siria se protegería por todos los medios de cualquier ataque extranjero.