El país requiere $ 50.000 millones de inversión extranjera
Irán retorna al sistema financiero internacional
Irán inició una nueva era. Tras el levantamiento de las sanciones de Occidente por su programa nuclear retornó al sistema financiero internacional y recuperará $ 32.000 millones que tenía bloqueados. Además busca estrategia para activar su desarrollo económico para lo cual requiere de $ 50.000 millones de inversión extranjera, precisó el presidente del país, Hasan Rohani.
“Con el levantamiento de las sanciones y la entrada en vigor del acuerdo nuclear, $ 32.000 millones de haberes congelados serán desbloqueados de bancos internacionales”, declaró Valiollah Seif, presidente del Banco Central iraní.
Precisó que, de esta cantidad, $ 28.000 millones engrosarán los haberes del Banco Central y los $ 4.000 millones restantes pasarán a Hacienda. Seif precisó que “este dinero puede utilizarse para importar bienes necesarios. No es racional traerlo a Irán (...) Estos haberes desbloqueados se depositarán en cuentas seguras” en bancos extranjeros.
Durante 5 años, el país se ha visto sometido a un fuerte programa de sanciones de Naciones Unidas aprobadas entre 2006 y 2010 con el objetivo de que frenase su carrera nuclear. Pero antes, en 1979, Estados Unidos ya había congelado los haberes iraníes en los bancos estadounidenses y sus filiales en represalia a la toma de rehenes en la embajada estadounidense de Teherán. El levantamiento de sanciones supone la reentrada al mercado económico y financiero internacional de Irán.
Entre las sanciones de la Unión Europea (UE), que han sido las que más han afectado a Irán, se encuentran las transacciones financieras, temas de seguros y reaseguros, el sistema de transferencias financieras y bancarias, el petróleo, los productos petroquímicos, los equipos y la tecnología naval, el acceso de los aeropuertos europeos y el comercio en oro, diamantes y otros materiales preciosos.
Líneas de crédito se abren
Las autoridades anunciaron además el regreso de Irán al sistema bancario internacional SWIFT y la apertura de 1.000 líneas de crédito por parte de bancos extranjeros.
Ante empresarios extranjeros, el presidente iraní, Hasan Rohani, pidió un esfuerzo general para solucionar los problemas económicos y sociales del país. “Hoy es un comienzo. El comienzo de un joven inocente que estaba encadenado injustamente hace 12 años”.
“Las sanciones ya no existen pero todavía queda un largo camino hasta el desarrollo económico. Hoy nuestros principales problemas son el desempleo y la recesión”, agregó Rohani.
Irán necesita “$ 50.000 millones de inversiones extranjeras” por año para asegurar un crecimiento económico de 8%, insistió el presidente iraní.
Pero la caída del precio del petróleo, que pasó por debajo de los $ 30 el barril, dificulta la acción del gobierno, que anunció que aumentará la producción de crudo a 500.000 barriles diarios.
Irán, miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), produce actualmente 2,8 millones de barriles diarios, de los cuales poco más de 1’000.000 son destinados a la exportación.
La Agencia Internacional de la Energía advirtió ayer que la oferta de crudo podría seguir siendo excedentaria en 2016 precisamente por el alza de la producción de Irán, que presionará a la baja los precios frente a una demanda un poco menos vigorosa de lo anticipado.
Ayatolá pide no bajar la guardia
Por su parte, el guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, se congratuló por el fin de las sanciones internacionales contra Irán, pero al mismo tiempo advirtió que no hay que bajar la guardia frente al “engaño” de Estados Unidos.
La máxima autoridad iraní criticó “las declaraciones de algunos responsable estadounidenses en los últimos dos o tres días que refuerzan el escepticismo”.
Jamenei insistió sobre la necesidad de reforzar la economía iraní del interior y lo que denomina “economía de resistencia”.
El fin de las sanciones “no es suficiente para reactivar la economía y solucionar los problemas de la gente”, aseveró.
Irán aún enfrenta sanciones por parte de Estados Unidos, porque esa país está en contra de su programa balístico y porque considera que Teherán apoya “grupos terroristas” en Siria, Yemen, Líbano y Bahrein. (I)