Los autos que circulan en Venezuela ahora usan gasolina iraní después de que el gobierno de Nicolás Maduro importara 1,5 millones de barriles de combustible. Pero hay otras acciones que han fortalecido los lazos entre estos dos países.

Ya en aguas venezolanas se encuentra un carguero lleno de alimentos para abastecer el supermercado que será administrado por una empresa iraní y que reemplazará a los Clap (Comités Locales de Abastecimiento y Producción), que revendían productos subsidiados por el Estado.

A pesar de las recientes declaraciones de Maduro de que estaría “dispuesto” a hablar con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el aumento del comercio entre Teherán y Caracas es un desafío para Washington, que amenaza con aplicar más sanciones a ambos países.

Además de combustible, Irán envió suministros médicos a Venezuela este mes, incluyendo kits para ayudar a Caracas a combatir la pandemia del covid-19.

Según el presidente Maduro, hasta el martes el país registró 4.187 casos positivos del nuevo coronavirus.

El carguero Golsan trae comida de Irán a Megasis, una cadena de supermercados que comenzará a operar en Caracas en julio de este año. Allí se venderá atún enlatado, salsas de tomate, aceite y otros productos de las marcas iraníes Delnoosh y Varamin.

Una fuente informó que Varamin es una nueva compañía de alimentos. En los registros del país de origen aparece como privado. Sin embargo, “el propietario de estas empresas teóricamente privadas pertenece a algún fondo misterioso cuyo principal accionista es algún organismo o personalidad vinculada al gobierno iraní”, dijo la fuente de forma anónima.

La comida iraní en Caracas
El supermercado iraní aparece poco después de la flexibilización de precios aplicada por el gobierno venezolano para abastecer la demanda interna de alimentos. La flexibilización puso fin a la escasez de alimentos.

Sin embargo, el precio de 27 productos alimenticios básicos está determinado por el Estado y son inaccesibles para una gran parte de la población, especialmente para quienes ganan el salario mínimo, que actualmente se cotiza en $ 4.

Según el Centro de Documentación y Análisis Social (Cendas), para que una familia venezolana de hasta cuatro personas pueda adquirir la canasta básica de alimentos se requiere el equivalente a $ 284, equivalente a 138 salarios mínimos.

Irán y Venezuela tienen algunas características similares. Ambos son miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y están bloqueados por países extranjeros, entre ellos Estados Unidos. Sin embargo, la nación islámica aprovecha la frágil economía de Venezuela para exportar sus productos.

Irán vio en Venezuela el mercado perfecto para drenar su exceso de producción de combustible. Aprovechando el desguace de las refinerías venezolanas, que no pueden producir gasolina ni siquiera para satisfacer la demanda interna, Irán exportó recientemente cinco cargueros con combustible que ahora utiliza la flota venezolana.

Oro por combustible
Según los opositores al gobierno de Nicolás Maduro, la gasolina importada se pagaba con el oro extraído de las minas del sur de Venezuela. Las sanciones internacionales a Irán en 2012 han excluido al país de SWIFT, el sistema que vincula a las instituciones bancarias en gran parte del mundo.

Esto imposibilitó los pagos en efectivo a la nación islámica, que desde entonces recibió pagos en productos básicos y de primera necesidad.

Ambos países celebran la reanudación de las relaciones bilaterales a pesar de las amenazas de nuevas sanciones por parte del gobierno de Donald Trump.

El líder supremo iraní Ali Jamenei dijo que el viaje a Venezuela fue un gran esfuerzo. (I)