Más de 4.500 personas, según cifras oficiales, se manifestaron en Oakland, en la californiana bahía de San Francisco, para protestar contra el sistema económico actual que consideran que fomenta las desigualdades y la avaricia de las grandes empresas.

La marcha por las calles de la ciudad comenzó a las 9 de la mañana y se desarrolló de forma pacífica, si bien un grupo de jóvenes vestidos de negro y con las caras tapadas arremetió contra el mobiliario de varios establecimientos.

Los vándalos se tuvieron que enfrentar con la desaprobación de otros manifestantes, que incluso llegaron a limpiar algunas pintadas realizadas por los más subversivos, aunque no se produjeron arrestos.

Los organizadores del evento, la plataforma “Ocuppy Oakland”, calificaron la jornada como de huelga y establecieron como final de la manifestación el puerto de mercancías de la urbe, uno de los más importantes del país.

La protesta congregó a trabajadores de diferentes sectores, además de una nutrida representación de profesores y estudiantes.