Indígenas brasileños paralizaron la construcción de una gran represa
Al menos 200 indígenas brasileños de varias etnias paralizaron ayer la construcción de la represa Belo Monte, donde será edificada la tercera mayor central hidroeléctrica del mundo, en reclamo de estudios ambientales.
Los nativos pidieron al Gobierno suspender las labores hasta que concluyan los estudios ambientales que certifiquen que el proyecto no afectará la naturaleza de la región amazónica, del estado de Pará (norte de Brasil).
Los representantes de las etnias Munduruku, Juruna, Kayapó, Xipaya, Kuruaya, Asurini, Parakaná y Arara, exigen que se cumpla la ordenanza 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que exige a las empresas responsables de la construcción a consultar previamente a la población de la zona.
Los aborígenes anunciaron que permanecerán en los alrededores de la construcción de la represa por tiempo indefinido terminado o hasta que sus reivindicaciones sean escuchadas. EFE