Dieciocho muertos dejó una incursión militar en una conflictiva zona minera del sur de Venezuela, donde operan mafias dedicadas a la explotación ilegal de oro, denunciaron este domingo organizaciones de derechos humanos y dirigentes opositores.

El suceso se produjo el sábado en una mina en la población de Guasipati, estado Bolívar, donde se registró "un intercambio de disparos con varios sujetos aun por identificar logrando dar de baja a 18 de ellos", entre ellos una mujer, según un reporte militar extraoficial al que tuvo acceso la AFP.

Cinco fusiles militares, siete pistolas, tres revólveres, una escopeta y dos granadas habrían sido incautadas durante la operación, de acuerdo con el informe militar obtenido por medios de prensa. Las autoridades no han hecho declaraciones públicas.

"Presunto enfrentamiento entre integrantes del ejército y mineros con saldo de 18 mineros asesinados es preocupante. ¿Nueva masacre?", publicó en Twitter la ONG Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea).

"¿Murieron 18 ciudadanos y no resultó herido un solo soldado? (...) 'Despejan' estas áreas auríferas a sangre y fuego", denunció el diputado opositor Américo De Grazia, uno de los representantes del estado Bolívar en el Parlamento.

La región, limítrofe con Brasil, forma parte del Arco Minero del Orinoco, extensa zona que el gobierno explota con compañías multinacionales para compensar la caída de los ingresos petroleros en medio de una grave crisis socioeconómica y política.

El pasado 14 de septiembre, 11 personas fallecieron durante un choque armado con militares en la localidad de Tumeremo, también en Bolívar.

El 24 de agosto, otras ocho habían sido abatidas en El Callao, vecina de Guasipati y Tumeremo.

En marzo de 2016, Tumeremo fue escenario de la matanza a balazos de 17 mineros, cuyos cuerpos fueron localizados en una fosa común. Otra masacre de 11 personas fue denunciada meses después en esa pequeña población, donde grupos criminales se enfrentan por el control de yacimientos auríferos.

Unas 26.000 muertes violentas se registraron en Venezuela en 2017, con una tasa de 89 por cada 100.000 habitantes (14 veces mayor que la media mundial), según la ONG Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).

Proporcionalmente, el OVV considera el municipio El Callao el más peligroso del país, con una estratosférica tasa de 816,9 muertes violentas por cada 100.000 habitantes. (I)