Incendios que causaron cuatro muertos siguen activos en España
Los dos incendios que han arrasado unas 14.000 hectáreas y han causado la muerte de cuatro personas siguen activos en Cataluña, en el noreste de España, muy cerca de la frontera con Francia.
El flagelo de Portbou, en la provincia de Gerona, el más pequeño de los dos, ya está controlado, y los bomberos tratan de dominar las virulentas llamas del fuego que se inició en La Jonquera en un aparcamiento de camiones de esta zona fronteriza muy transitada.
Este incendio sigue descontrolado tras arrasar una zona de unas 14.000 hectáreas en 17 municipios y ha obligado a confinar esta tarde de nuevo a los vecinos de varias poblaciones de la zona.
Según el responsable de Interior del Gobierno regional de Cataluña, Felip Puig, los dos incendios se originaron por colillas arrojadas de forma imprudente, en una negligencia humana cometida pese a las constantes advertencias sobre el elevado riesgo de incendio este verano tras un invierno muy seco en esa zona de España.
De hecho, los agentes rurales han encontrado centenares de colillas en el lugar donde supuestamente se originó ayer el incendio de La Jonquera, junto a la frontera con Francia.
El ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz, que se desplazó a la zona de los incendios, pidió hoy endurecer en el Código Penal el castigo por las imprudencias que originen los fuegos.
Además de los cuatro fallecidos en los dos sucesos, ocho personas permanecen hospitalizadas, cuatro de ellas en estado grave en el Hospital Vall dHebrón de Barcelona y otros cuatro, también graves, aunque evolucionan favorablemente, en el Josep Trueta de Gerona.
En el incendio que nació en La Jonquera, el peor de los últimos años en Cataluña, los Bomberos de la Generalitat continúan trabajando con la colaboración del Ejército, de voluntarios de las Agrupaciones de Defensa Forestal y de Bomberos de Francia y del resto de España para intentar contener las llamas.
El mayor peligro es que el fuego sobrepase el embalse de Boadella y se dirija hacia la zona de la Alta Garrotxa, muy boscosa, lo que dificultaría todavía más las labores de extinción.
A diferencia de ayer domingo, cuando la tramontana alimentó las llamas con sus fuertes rachas, el viento dio hoy una tregua, lo que ha permitido trabajar a los equipos aéreos, y ha cambiado de dirección norte a sur, lo que permite ser "razonablemente optimistas" respecto a la evolución del fuego, según Felip Puig.
La proximidad del incendio obligó hoy a desalojar a 119 jóvenes que se encontraban en el cámping Bassegoda Park de Albanyà, que han sido trasladados a la rectoría y al cercano pueblo de Sant Llorenç de la Muga.
En este mismo cámping fueron acogidas esta mañana unas 600 personas, la mayoría turistas, y entre ellos 150 niños alemanes que estaban pasando unos días de vacaciones en la Costa Brava, que ya han sido reubicados a lo largo del día.