Un paro de transportistas en rechazo a la inseguridad y a deudas estatales dejó ayer sin el servicio público de pasajeros a Caracas y otras ciudades venezolanas, aunque el ministro de Transporte, Francisco Garcés, minimizó el impacto de la medida de fuerza.

“Sólo pequeños grupos se han sumado a una acción de saboteo para con los usuarios en los estados Miranda (que cubre parte de Caracas), Carabobo y Lara”, aseguró.

Erick Zuleta, presidente de la Federación Nacional de Transporte, declaró  que el paro comenzó al amanecer, según una decisión adoptada el miércoles por dirigentes regionales del gremio tras una reunión con los ministros de Transporte y del Interior y Justicia, Tareck El Aissami (foto).

Las citas con el Gobierno continuarán hasta que se llegue a un acuerdo, principalmente en seguridad y sobre una deuda derivada del subsidio estatal al transporte de estudiantes, quienes pagan el equivalente a 10 centavos de dólar y no los 58 centavos de la tarifa regular, sostuvo Zuleta.

Según el secretario del Comando Intergremial de Transporte, José Luis Trocel, el país se paralizó en un 60%. EFE