Las protestas en la norteña localidad italiana de Val de Susa en contra de la construcción de un tren de alta velocidad (TAV), cobraron ayer dimensiones violentas tras registrarse numerosos heridos y decenas de arrestos.

Más de dos mil representantes de organizaciones sociales se manifestaron de nuevo este domingo en los predios de Chiomonte para rechazar las obras de esa línea ferroviaria, por afectar, según ellos, el paisaje natural del valle, los bosques y del medio ambiente en general.

Según el diario La República, se registraron 46 policías heridos y cinco entre los manifestantes. El TAV, patrocinado por la Unión Europea, conectará las ciudades fronterizas de Turín (Italia) y Lyon, en Francia, a través de un túnel. Los pobladores de Susa, Venaus y Sangone, en la región de Piamonte, rechazan ese proyecto.

Autoridades municipales desplegaron desde el pasado jueves una legión de agentes para custodiar el área de las obras, luego de los incidentes violentos ocurridos el pasado fin de semana, donde participaron unos 300 activistas antiglobalización.