El gobierno de Venezuela solicitó este lunes al Consejo Nacional Electoral (CNE) participar en la revisión de las firmas recolectadas por la oposición para convocar un referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.

Según el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, la dirigencia del Partido Socialista Unido de Venezuela participará en "la transcripción, la auditoría y el análisis que hagamos de absolutamente todos los procesos relacionados con esta supuesta activación (del referéndum)".

Rodríguez, jefe de la comisión encargada de cumplir el cometido, afirmó que la revisión se hace necesaria pues en 2004 la oposición falsificó firmas para convocar un revocatorio contra el presidente Hugo Chávez.

De igual manera, informó que las autoridades solicitarán "todas las medidas que establezcan la Constitución y las leyes de forma cautelar para defender el trabajo del CNE' ante las supuestas críticas desmedidas y acciones violentes de la oposición".

Señaló que estas medidas buscan contrarrestar el 'doble juego' de la oposición, a la que acusó de tener una fachada democrática para disimular sus intenciones golpistas que se expresan en la ejecución de supuestas acciones violentas.

La plataforma de partidos Mesa de la Unidad Democrática (MUD) entregó este lunes 1,85 millones de firmas ante el CNE para pedir la activación del revocatorio.

La oposición, que controla el Parlamento, había asegurado haber recolectado 2,5 millones de rúbricas en todo el país, 13 veces más de las 195.721 (1% del padrón electoral) que exige el CNE para solicitar que se inicie el proceso.

Rodríguez desestimó el anuncio de la oposición por considerarlo como una simple "operación de marketing de la derecha".

El Poder Electoral deberá constatar en 5 días el número y luego llamar a los firmantes a ratificar su apoyo con la huella digital en otros 5 días. Recién después de esa validación autorizaría la recolección de los 4 millones de rúbricas (20% del padrón) requeridas para convocar al referendo.

Rodríguez reiteró lo dicho por Maduro el domingo en el sentido de que el referendo "es una opción, no una obligación".  (I)