El Gobierno español de Mariano Rajoy anunció ayer que no compensará a los pensionistas por la subida de la inflación en 2012, que en noviembre fue de un 2,9%, una medida contraria a su promesa electoral. 

La vicepresidenta y portavoz del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, informó que en enero de 2013 la actualización de las pensiones será con carácter general de 1% y para los pensionistas que cobren menos de 1.000 euros de pensión se le actualizará un 2%.

La decisión del Ejecutivo significa que los cerca de nueve millones de jubilados españoles perderán la media 15 euros al mes en términos de poder adquisitivo.

La actualización de las pensiones conforme a la inflación habría tenido un costo de 3.800 millones de euros para el Estado.

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, destacó que “la prioridad del país” en este momento es “cumplir el objetivo del déficit público”, razón por la que  se adoptó la “difícil decisión” de no compensar a los pensionistas.

Las pensiones son un tema sensible para el jefe del gobierno conservador, Mariano Rajoy, que había hecho del mantenimiento del nivel de vida de los jubilados su principal argumento electoral en 2011