Gobierno egipcio busca inversiones en Brasil para superar la crisis
Brasilia.- Una delegación de 22 empresarios de Egipto que viajaron a Brasil junto con el presidente egipcio, Mohamed Mursi, promovieron ayer el país árabe como una nación transformada por la transición democrática y abierta a la inversión extranjera.
Hassan Malek, presidente de la Asociación de Desarrollo Empresarial de Egipto, la mayor organización de ese tipo del país, resaltó que “la libertad será siempre acompañada por el desarrollo y el crecimiento económico”, en un encuentro con la prensa en la Cámara de Comercio Árabe-Brasileña en Sao Paulo.
En ese espacio se reunieron ayer empresarios egipcios y brasileños con interés en explorar oportunidades de negocio conjuntas, mientras Mursi se entrevistaba en Brasilia con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
El presidente egipcio impulsará hoy la relación económica bilateral en un encuentro privado con la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP) y también se encontrará con la comunidad árabe en el corazón financiero de Brasil. No obstante, los empresarios que viajaron con él ya comenzaron esa labor en sus citas hoy en Sao Paulo.
Malek destacó la transformación ocurrida en el país tras la llamada “primavera árabe”, una serie de protestas que forzó la salida de Hosni Mubarak en 2011 tras 30 años en el poder.
El líder empresarial dijo que “cesó la ola de corrupción que reinaba en el Gobierno anterior”, se está reestructurando el sistema de subsidios, que a su juicio había “fracasado”, y sectores antes “precarios” como la metalurgia y el automotor están en crecimiento. En su opinión, los avances democráticos “están construyendo un estado de derecho en Egipto por primera vez en la historia y eso abre la puerta a la economía y a la inversión”.
Pero desde la caída de Mubarak, Egipto sufre una reducción de sus ingresos por turismo y un hundimiento de las inversiones extranjeras debido al clima de inestabilidad política imperante en el país.
Sus reservas en divisas han pasado de 36.000 a 13.500 millones de dólares en dos años. Egipto negocia desde hace meses un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para lograr un crédito de 4.800 millones de dólares. Ello le supondría un balón de oxígeno a su economía pero, a cambio, el país debería aplicar duras medidas de saneamiento, de alto riesgo en el plano social.
Ante la grave crisis económica que atraviesa su país, el gobierno egipcio emprendió una estrategia para fortalecer sus relaciones con distintas naciones, incluso ha planteado su interés por ingresar al foro BRICS, que integran Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica.
En este contexto, Mursi dijo sin rodeos tras un encuentro con su homóloga Rousseff: “Queremos más cooperación con Brasil. Queremos aumentar el intercambio comercial y que más inversionistas brasileños inviertan en Egipto”.
El gobernante egipcio también expresó su interés en conocer programas sociales desarrollados por Brasil, que le permitieron sacar a 30 millones de personas de la pobreza, así como iniciativas para apoyar a la pequeña agricultura familiar. “Brasil puede apoyar a Egipto para alcanzar justicia social. Tenemos un gran potencial en Egipto que podrá ser aprovechado con ayuda de Brasil”, sostuvo Mursi.
La líder brasileña, por su parte, consideró que existen posibilidades de enviar misiones empresariales al país del norte de África para explorar oportunidades de comercio e inversiones.
Rousseff recordó que Egipto tiene posibilidades de aumentar el comercio gracias a un tratado de libre comercio con Mercosur, el que Brasil integra con Argentina, Uruguay y Venezuela, mientras que Paraguay está suspendido.
Egipto es el principal socio comercial de Brasil en África, con un intercambio de 2.960 millones de dólares en 2012, siete veces más que los 410 millones comercializados entre las naciones en 2002.
Los dos países firmaron acuerdos en materia cultural, agrícola y de desarrollo social, incluyendo un entendimiento entre la Biblioteca Nacional de Brasil y la Biblioteca de Alejandría en Egipto, una de las más antiguas del mundo.