Gobierno de Bolivia enfrenta huelgas y quejas callejeras
Huelgas de hambre de médicos y paramédicos, protestas callejeras de maestros, obreros y mineros estatales, incluso con choques con la Policía, y una marcha indígena en puertas configuran un mapa de conflictos en ascenso en Bolivia, situación que el Gobierno pretende contener.
El sector de salud pública está en su segunda semana de paro indefinido de labores y ayuno, en rechazo a un decreto gubernamental que les amplía su jornada de trabajo de 6 a 8 horas.
La ciudad de La Paz se convirtió ayer, por segundo día consecutivo, en epicentro de la conflictividad, con decenas de mineros estatales marchando por varias calles y colapsando el tránsito en la ciudad.
El minero Froilán Verduguez dijo que estarán en el bloqueo de las mil calles hasta que el Gobierno acepte su pedido de un salario mínimo mensual equivalente a una canasta familiar de 1.150 dólares.
Entre tanto, otros grupos de mineros realizaron marchas alrededor de la Plaza de Armas, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo, bajo fuerte resguardo policial. En otras ciudades del país, como Santa Cruz, Sucre, Cochabamba y Tarija, se registraron marchas de obreros, maestros y médicos.