“No vamos a hacer nada que genere bruscos cambios en la economía”, fue la primera declaración que brindó ayer el flamante ministro de Economía, Axel Kicillof, aunque indicó que podrían darse modificaciones en torno a la política cambiaria y a los subsidios a los servicios.

La inflación fue el primer tema sobre el cual el nuevo ministro tuvo que responder. “Estamos trabajando con acuerdos de precios”, dijo dejando en claro que el Gobierno mantendrá la política de precios, herencia del saliente secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. El país registra una inflación en 12 meses a octubre de 10,5%.

Consultado sobre los rumores de medidas cambiarias, dijo que, “pese a la rebaja en las reservas, tienen un nivel consistente” y rechazó la creación de diferentes tipos de cambio que coexistan, al asegurar que hay otros instrumentos para frenar el drenaje de divisas, que han caído un 26% desde diciembre de 2012 hasta situarse en $ 31.900 millones.

“Aquel que mire el tipo de cambio como única variable se equivoca. Tenemos un plan (económico) integral”, precisó.

El nuevo jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, horas antes también ofreció una rueda de prensa en la Casa Rosada, en la que mencionó que el Gobierno buscará acuerdos de precios con sectores productivos, garantizando las condiciones de rentabilidad de los empresarios y, asimismo, precios razonables para el consumidor.

Capitanich explicó que el objetivo es cumplir las metas del Presupuesto 2014, que plantea “un crecimiento superior al 6% y una balanza comercial (con superávit) de no menos de 10.000 millones de dólares”.