Fuerte temporal no da tregua en tres países
Caracas/Cali/Brasilia
Colombia, Venezuela y Brasil, donde ayer decretaron la emergencia invernal, sufren cada vez más las inclemencias del invierno, lo que ha generado que las cifras de muertos y damnificados por las inundaciones aumenten en esos países.
Colombia se encuentra bajo el agua en 24 de los 32 departamentos que conforman la nación, donde ya suman 160.000 el número de damnificados por el actual período lluvioso, según los registros de la Cruz Roja Colombiana (CRC), que indican que las precipitaciones han dejado en lo que va del año 93 muertos, 52 heridos y 12 desaparecidos.
Sin embargo, no todo es mala noticia. Los organismos colombianos de socorro localizaron ayer ilesas a tres personas que habían sido dadas por desaparecidas en una avalancha que se abatió sobre una aldea rural de la localidad de Frontino y que dejó más de 200 damnificados, informaron autoridades regionales.
“Los desaparecidos fueron ubicados con vida”, informó John Freddy Rendón, director del Departamento Administrativo de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres (Dapard) de Antioquia, departamento al que pertenece Frontino, y uno de los más afectados por la actual temporada lluviosa en el país, que sufre desde comienzos de 2010 los efectos del fenómeno meteorológico La Niña.
La emergencia se registró el sábado por la noche en El Cerro, paraje de la zona rural de esa localidad situada al oeste de Medellín, capital departamental.
Rendón explicó que en el lugar hubo una avalancha fuerte que dejó a Frontino sin los servicios de acueducto y alcantarillado.
La avalancha también destruyó siete viviendas y averió otras veinte, arrasó cultivos, mató animales domésticos y dañó más de veinte minas auríferas de veta, agregó el funcionario.
En Brasil, las autoridades de Defensa Civil decretaron ayer el estado de emergencia en varias ciudades del Estado brasileño de Rio Grande do Sul (sur), donde las torrenciales precipitaciones suman ya 12 muertos, miles de damnificados e importantes daños materiales.
Las precipitaciones comenzaron el jueves en la noche y ayer continuaron en varias regiones. Ari Ferreira, coordinador de Defensa Civil en la zona, informó que recibieron la notificación de emergencia de siete municipios, mientras que otros siete se encuentran en estado de alerta.
“Otros municipios que fueron afectados no han enviado ningún documento solicitando el estado de emergencia y ahí no podríamos notificar”, señaló el funcionario a la estatal Agencia Brasil.
Las ciudades de Taquari, Santa Cruz, Paverama, Piratini, Pareci Novo, Igrejinha y Cacequi ya decretaron la emergencia. En la mayoría de ellas, las aguas invadieron, además de algunas casas, varios puentes y calles, afectando la prestación de algunos servicios básicos.
Hasta el domingo en la mañana, 12 personas habían muerto: siete en Igrejinha, después de un deslizamiento que afectó seis casas; en Novo Hamburgo, donde fallecieron tres niños también por un alud que arrasó su vivienda; las otras muertes ocurrieron en Sapucacia -un electrocutado- y en Fazenda Vilanova.
“Escuché un ruido muy fuerte, parecía el fin del mundo. Solo me dio tiempo de agarrar a mi esposa y mi hijo de siete años y correr hacia fuera”, narró Gilberto Alves dos Santos, de 37 años, cuya casa fue una de las seis arrastradas por un deslizamiento en Igrejinha, una zona serrana de Rio Grande do Sul.
“Me levanté cuando mi armario caía sobre mí, solo tuve tiempo de salir por la ventana”, contó Valter José de Lima, de 80 años, también vecino de la zona devastada. Los cuerpos de rescate tuvieron incluso que disponer de botes en zonas inundadas para poder rescatar a personas atrapadas en sus casas.
“Fue una situación muy impactante, pero tenemos que conmemorar las vidas que fueron salvadas”, resaltó Jorge Trindade, un socorrista voluntario. Ayer se realizaron los funerales de varios de los fallecidos en los deslizamientos.
Crecida de riachuelo mató a 9 personas, entre ellos 6 niños en el estado venezolano de Yaracuy
La crecida de un riachuelo por las fuertes lluvias en una localidad rural del noroeste venezolano, el pasado sábado, arrastró a doce personas, de las cuales nueve murieron, entre ellas seis niños, y otras tres están desaparecidas.
El gobernador del estado Yaracuy, Julio León, relató que la crecida se produjo en la quebrada Pozo de la Vara, en la zona rural de Aroa, en el sector Agua Linda de su jurisdicción. Los estados Mérida, Táchira, Trujillo y Zulia son los más afectados por las inundaciones y derrumbes. Las lluvias comenzaron el pasado marzo, tres meses después de finalizar un anterior frente lluvioso que entre noviembre y diciembre mató a medio centenar de personas y dejó más de 300.000 damnificados.