El proceso contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no se puede apoyar apenas sobre un cambio en la correlación de fuerzas políticas del país, afirmó este viernes el secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

"Mayorías circunstanciales en el parlamento no resuelven por sí solas la legalidad", dijo en el Palacio de Planalto de Brasilia luego de reunirse con Rousseff, en la jornada en que la cámara de Diputados comenzó a debatir la apertura de un impeachment por supuesta adulteración de las cuentas públicas.

"Hemos pedido un informe a la Secretaría Jurídica de la OEA que nos arroja conclusiones respecto a la falta de certeza jurídica de la acusación, su falta de consistencia con la legalidad de las causales del juicio de destitución para la presidenta", añadió en una rueda de prensa.

Rousseff enfrenta un proceso en la Cámara baja que culminará el domingo con una votación que podría hacer avanzar el pedido de impeachment hacia el Senado o archivarlo definitivamente.

Si los diputados aprueban la apertura de un juicio de destitución y el Senado lo ratifica, Rousseff sería apartada de su cargo por un plazo máximo de 180 días hasta que se llegue a una sentencia definitiva. Si es hallada culpable, perderá su mandato.

El diplomático uruguayo reconoció que existía preocupación por la situación de la mayor democracia latinoamericana y recordó que el Secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki moon, ya había formulado un llamado a que el proceso en marcha en Brasil no atropelle las instituciones.

"Acá tenemos a una persona que no tiene ninguna indagación, ninguna imputación, ninguna acusación en ningún juzgado y encontramos entre quienes la van a juzgar en el Congreso imputados, acusados, indagados y con expedientes pendientes", dijo.

Más temprano, el titular de la OEA había divulgado una nota donde apuntaba que Brasil había sido "ejemplo de democracia en el continente" y que es necesario que lo siga siendo. (I)