Francisco resta poder europeo en el Colegio Cardenalicio
El Vaticano.- El papa argentino Francisco privilegió a la Iglesia de América Latina con la designación ayer de seis cardenales, oriundos de Argentina, Brasil, Chile, Haití, Nicaragua y la isla antillana Santa Lucía, entre los nuevos 19 purpurados.
El Pontífice hizo el anuncio al término del ángelus dominical desde la ventana del palacio apostólico en el Vaticano.
La mayoría de los nuevos purpurados (10) proviene de la periferia del mundo y respetan la voluntad del primer papa latinoamericano de privilegiar a una iglesia ‘pobre para los pobres’, humilde y cercana a la gente.
Con esas designaciones el Papa argentino modifica sin llegar a revolucionar los equilibrios internos del Colegio Cardenalicio, órgano más importante de la Iglesia, al convertirlo en menos eurocentrista.
En la lista de los primeros cardenales de su breve pontificado, inaugurado en marzo pasado, figuran importantes purpurados de ciudades de América Latina, la región que cuenta con el mayor número de católicos del mundo y que por décadas estuvo mal representada en el Colegio Cardenalicio.
Entre ellos cinco son electores, es decir, con derecho a voto en caso de cónclave o elección de papa por tener menos de 80 años.
DATOS
Si bien los europeos siguen siendo la mayoría en el Colegio Cardenalicio con 61 electores, América Latina cuenta ahora con 19, entre ellos 5 de Brasil, 2 de México y de Argentina, y América del Norte con 15.
África y Asia contarán cada una con 13 purpurados con derecho a voto y Oceanía con uno.
De los 16 con derecho a voto en el cónclave para elegir a un nuevo sumo pontífice, doce son arzobispos a cargo de ciudades grandes y solo cuatro trabajan en la Curia Romana, la administración central.Recibirán el birrete rojo, así como el título y el anillo durante una ceremonia solemne, programada para el 22 de febrero en el Vaticano: el nicaragüense Leopoldo José Brenes Solórzano, arzobispo de Managua; el brasileño Orani Joao Tempesta, arzobispo de Río de Janeiro; el argentino Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires y su sucesor a la cabeza de la Iglesia de su país.
Igualmente han sido designados el chileno Ricardo Ezzati Andrello, arzobispo de Santiago de Chile; y el haitiano Chibly Langlois, obispo de Les Cayes, región devastada por el terremoto de 2011.
De los tres eméritos y sin derecho a voto por tener más de 80 años, figura el anciano monseñor antillano Kelvin Edward Félix, por años arzobispo de Castries, en la isla caribeña de Santa Lucía.
Francisco quiso promover también a religiosos que residen en zonas olvidadas, azotadas por la miseria y los conflictos, entre ellos el arzobispo de Abiyán, en Costa de Marfil; el de Uagadugú, la capital de Burkina Faso; el de la devastada Haití y el de la zona en conflicto de Mindanao, en Filipinas.
Los nuevos purpurados serán investidos en febrero durante el primer Consistorio o asamblea de cardenales del pontificado de Francisco, inaugurado en marzo de 2013.
Las designaciones fueron anunciadas con cerca de un mes de antelación para que los futuros ‘príncipes de la Iglesia’ tengan tiempo suficiente para prepararse y organizar su viaje a Roma.
Entre los nuevos elegidos con derecho a voto en caso de cónclave figuran también cuatro italianos, un alemán, un británico, un canadiense. El Papa argentino entregará por primera vez el capelo cardenalicio -que simboliza la fidelidad a la Iglesia hasta el martirio- a cuatro importantes asesores en la gestión de la Curia Romana.