La Comisión Europea niega fracaso del tratado
Francia denuncia que el TTIP solo favorece a EE.UU.
En septiembre, Francia pedirá formalmente que las negociaciones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos sobre el Tratado de Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés) tengan un fin “simple y definitivo”, anunció el secretario de Estado del Comercio Exterior, Matthias Fekl.
En una entrevista con la radio francesa RMC, el funcionario, que concretará su demanda durante el encuentro de responsables del Comercio Exterior de la Unión Europea (UE) programado en Bratislava, justificó esta posición al asegurar que desde el comienzo las negociaciones están desequilibradas en favor de los intereses de Estados Unidos y no de los 27 estados del bloque europeo.
“Los americanos no dan nada o solo migajas (…) Entre aliados no se negocia así”, lamentó Fekl.
El 28 de agosto fue el vicecanciller alemán, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, quien ante cámaras de televisión de su país, expresó que las discusiones con Estados Unidos habían “fracasado”. No obstante, la comisaria europea de comercio, Cecilia Malmström, advirtió que estas continúan. “Las negociaciones han sido difíciles, por supuesto, lo sabíamos desde un principio, pero no han fracasado”.
Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos rechazó las declaraciones del vicecanciller alemán e insistió en los “avances”.
Michael Froman, portavoz del representante del comercio estadounidense, declaró que “todo forma parte de la naturaleza de las negociaciones de comercio el hecho de que no hay nada acordado hasta que todo está pactado”. De acuerdo con la revista alemana Der Spiegel, el estadounidense solicitó esperar la próxima ronda de negociaciones en septiembre para “ver exactamente el avance”.
¿Qué es el TTIP?
El Tratado de Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión es un proyecto de libre comercio que negocian hace 3 años los 27 países de la Unión Europea y Estados Unidos.
Este proyecto, que es tildado de controvertido por su secretismo y falta de rendición de cuentas, promete promover el comercio y el crecimiento económico multilateral mediante la creación de la mayor zona de libre comercio del mundo, sin barreras comerciales y reglamentarias.
Los partidarios dicen que ayudará a las pequeñas empresas a abrirse a los mercados y a hacer más fácil los procesos de aduanas lo que generaría ingresos de $100.000 millones para ambos lados del Atlántico. Sin embargo, los críticos temen que los únicos beneficiados sean las grandes corporaciones, anteponiendo incluso el interés empresarial al nacional.
Hasta ahora se han desarrollado 14 rondas de negociaciones en las que ninguna de las partes acordó ni un solo capítulo de los 27 previstos. Es más, el ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, declaró ayer que la UE y Estados Unidos se encuentran todavía lejos de discutir las normas y procedimientos necesarios en el marco de las negociaciones sobre el tratado de libre comercio.
Por su parte, Estados Unidos insiste en que el acuerdo aún se puede firmar a finales de 2016, es decir, antes del fin del mandato del presidente Barack Obama, que concluye en enero de 2017.
No obstante, el canciller alemán cuestionó: “Alguien puede decirme cómo, después de tres años de negociaciones sin resultados (...), se puede llegar de aquí a fin de año a un acuerdo, estoy dispuesto a discutirlo. Pero, todo esto es ficción. A menos que estén dispuestos a someterse a los estadounidenses. Siempre lo digo: más vale que no haya acuerdo que (lograr) un mal acuerdo”. (I)