Agentes reclaman el pago de horas extras y mejores condiciones laborales
Familiares de policías bloquean las entradas a cuarteles en Río de Janeiro
Familiares de policías bloqueaban ayer comisarías de Río de Janeiro en reclamo de mejoras laborales para los agentes, temiendo que se genere una ola de violencia similar a la que dejó más de 100 muertos en el estado Espírito Santo la última semana.
La Policía Militar (PM) está impedida constitucionalmente de entrar en huelga, pero las duras dificultades que enfrenta recalentaron el clima en la fuerza.
La limitación constitucional impulsó a que las familias de los policías bloqueen la entrada de los cuarteles para impedir la salida de los efectivos a patrullar las calles, como es el caso de algunas comisarías en Río, incluyendo la del Batallón de Choque.
“Si entras, no te dejaremos salir”, advirtió una mujer a dos policías armados que volvían a la base del Batallón de Choque. Asintieron y entraron, mientras a otros dos colegas que intentaban salir con sus uniformes en la mochila les ordenaron quedarse dentro. Y así lo hicieron.
Protestan por la falta de pago de las horas extras y se quejan de que ellos aún no reciben los valores extras de fin de año.
Además de la profunda crisis financiera que padece el tercer estado más poblado de Brasil y que impide el pago integral de sus salarios, la lucha contra el crimen organizado ha cobrado la vida de más de 3.000 agentes desde 1994, un porcentaje superior a las bajas sufridas por las tropas estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial, según un estudio. (I)