Jueza argentina, de 72 años, nadó para salvar su vida en naufragio de crucero
Una jueza argentina de 72 años, que llegó este lunes al país, relató que logró sobrevivir al naufragio del crucero Costa Concordia en el mar Tirreno al saltar del buque y nadar varios metros hasta la costa de la isla de Giglio (Italia).
"No tenía más remedio que tirarme al mar. Salté con 30 o 40 personas que nos quedamos sin botes salvavidas", sostuvo a la prensa la magistrada María Inés Lona en el aeropuerto internacional de Ezeiza, a las afueras de Buenos Aires.
La jueza llegó al país en un vuelo procedente de Italia junto a sus dos hijas, también pasajeras del crucero.
La magistrada y sus hijas llegaron junto a otros pasajeros argentinos del barco que encalló la noche del viernes en el mar Tirreno, lo que causó al menos seis muertos.
"Con otros pasajeros que tampoco lograban subir a los botes fuimos caminando hasta la popa, que era el lugar más vecino a la escollera de la costa. Sentía que el barco crujía y ya estábamos colgados en el flanco derecho", contó la magistrada penal de menores, residente en la provincia argentina de Mendoza (oeste).
La mujer recordó que un español la ayudó en la decisión de saltar al agua "fría y transparente", y aseguró que sólo llevaba el salvavidas, un tapado y sus zapatos para evitar que las piedras lastimaran sus pies.
"No fue un acto de heroísmo, sino de supervivencia. Mientras nadaba, cada vez se inclinaba más el barco, y mi temor era que se diera vuelta y me chupara", afirmó la magistrada al rememorar la tragedia ocurrida en aguas de la región de Toscana, que mantiene a 16 personas desaparecidas.
Las hijas de Lona, María Silvina y María Valeria Ávalos, una de ellas discapacitada, lograron subir a un bote y encontraron a su madre "a las dos horas", cuando creían que se había "ahogado o que estaba en un bote", señaló la pasajera de 72 años, una de las 4.229 personas que viajaban a bordo del buque.
La jueza, quien comparó la odisea con el hundimiento del Titanic, dijo que la primera advertencia sobre lo que ocurría la tuvieron cuando escucharon "un golpe fuerte y quedó todo a oscuras".
"Nos dijeron que era un problema energético, que no nos hiciéramos problemas, que nos quedáramos en los camarotes. Pero, de repente, sonó la alarma y nos dijeron que había que ir al puente 4, donde estaban los botes. El capitán nunca habló, su actitud fue de terror", relató.
Los pasajeros de nacionalidad argentina que viajaban en el crucero eran 18, entre ellos cinco menores de edad, y se encuentran localizados y a salvo, confirmaron portavoces oficiales.
El presidente y consejero delegado de la compañía naviera Costa Crociere, Pier Luigi Foschi, admitió hoy que el naufragio del crucero Costa Concordia se debió a un "error humano" del capitán, el comandante Francesco Schettino, actualmente detenido, "quien no respetó el reglamento".