El exjefe de la desaparecida central de inteligencia colombiana Miguel Maza Márquez fue capturado ayer por agentes de la Fiscalía por su supuesta responsabilidad en el asesinato del excandidato presidencial Luis Carlos Galán, ocurrido el 18 de agosto de 1989 en Bogotá.

El fiscal general, Eduardo Montealegre, declaró a la prensa que la muerte a tiros de Galán en la localidad de Soacha, próxima a Bogotá (capital), cuando daba un mitin en plena campaña electoral fue “un crimen de lesa humanidad”.

Para Montealegre, el desarticulado Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, inteligencia estatal) y su entonces director, que era Maza Márquez, desatendieron las condiciones de seguridad del político liberal.

La Fiscalía tomó en cuenta la situación de violencia que vivía en 1989 el país por cuenta de los carteles de la droga y sobre todo contra los políticos que estaban a favor de la extradición, como Galán, según Montealegre.

Días antes del homicidio las autoridades colombianas desarticularon un atentado en Medellín (oeste) en contra de Galán, “sin que tras él se incrementaran las medidas de protección del candidato”, explicó el fiscal.

A estos antecedentes se sumó un cambio inexplicable en el esquema de seguridad que el DAS diseñó para el político el día de su muerte.

Maza Márquez es investigado por los delitos de homicidio agravado con fines terroristas y concierto para delinquir, relacionados también con las muertes del escolta Santiago Cuervo Jiménez y el concejal de Soacha (centro) Julio César Peñaloza en esos mismos hechos.

En marzo pasado, la Fiscalía de Colombia también ordenó la detención del entonces comandante de la Policía de Soacha, Luis Felipe Montilla, y del exjefe de orden público del DAS, Manuel Antonio González, en conexión con el caso.

Esta sería la tercera vez que Maza Márquez es detenido por su presunta responsabilidad en los hechos que rodearon la muerte del candidato presidencial, aunque él siempre ha pregonado su inocencia.