Uribe ordenó al DAS vigilar a Caracas y a Quito
Bogotá.- El exsubdirector de fuentes humanas del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) de Colombia, William Romero, confirmó ante la Corte Suprema de Justicia de su país que el expresidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010) ordenó durante su mandato espiar a Venezuela y Ecuador.
Romero señaló que durante tres años escondió material de inteligencia que recopiló el DAS sobre información de los gobiernos de Venezuela y Ecuador.
Según destacó Telesur, Romero indicó que Uribe dio la orden de hacer seguimiento y espionaje a Venezuela y Ecuador desde que ocurrió el bombardeo realizado por el Ejército colombiano en Angostura, en territorio ecuatoriano, que tuvo lugar el 1 de marzo de 2008.
En este ataque militar murió alias “Raúl Reyes”, segundo comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia (FARC), junto a otras 23 personas. También provocó una crisis diplomática entre Ecuador y Colombia, que se manifestó en el distanciamiento de los presidentes Álvaro Uribe y Rafael Correa.
Romero detalló ante la Corte que esta información “era una bomba de tiempo” ante la crítica relación que el entonces presidente Uribe tenía con sus homólogos de Ecuador y Venezuela.
William Romero detalló ante la Corte Suprema que esta información “era una bomba de tiempo”“No la divulgué por físico miedo, me acobardé por las consecuencias que tendría, hoy me pesa no haberlo contado todo”, dijo Romero, quien declaró como testigo en el juicio que se adelanta por el escándalo de las chuzadas del DAS en contra del exsecretario general de Palacio, Bernardo Moreno Villegas y la exdirectora del DAS, María del Pilar Hurtado, quien está prófuga.
“Sé que si en su momento hubiera salido a flote toda esa información, en manos de otra persona afanada de poder habría causado efectos impredecibles (...) me quedé callado porque quién era yo para enfrentarme al poder de Álvaro Uribe”.
Las chuzadas en la Corte
En el juicio que inició este lunes, también declaró la exdetective del organismo de seguridad, Alba Luz Flórez Gélvez, conocida como la “Mata Hari”, quien encabezó la infiltración y chuzadas a la Corte Suprema de Justicia mediante la operación conocida como “Escalera”.
A la pregunta de si la orden de infiltrar a la Corte Suprema de Justicia venía de Uribe, entonces jefe de Estado, Flórez Gélvez contestó de forma afirmativa. “Sí, el señor Willam Romero siempre me manifestó que la orden venía del presidente, a través de la doctora María del Pilar Hurtado, que ese era un requerimiento de seguridad nacional, buscar información en la Corte Suprema”.
Flórez Gélvez señaló que otro de los motivos para infiltrar a la Corte era por unos “inconvenientes entre los señores magistrados de la Corte y la Presidencia de la República, por unas investigaciones que ellos estaban adelantando”.
La “Mata Hari” encabezó la infiltración y chuzadas a la Corte Suprema de JusticiaLa información que debía buscar tenía que ver con supuestos nexos de magistrados con la guerrilla de las FARC y con el narco Giorgio Sale. En especial, dijo, estuvo pendiente del estado del proceso del exsenador Mario Uribe, primo del expresidente Uribe, destacó diario El Tiempo.
Otro de los requerimientos consistió en obtener datos de la supuesta reunión entre el magistrado Yesid Ramírez y el capo Sale. “Mi informante me dijo que Sale le había dado al magistrado un reloj Rolex, caballos y viáticos para que lo visitara”.
La exdetective declaró que para su misión de escuchar las conversaciones de Sala Plena de la Corte utilizó dos grabadoras, una con forma de esfero, y que recolectó información sobre la parapolítica, la farcpolítica y las órdenes de captura que se iban a proferir.
La “Mata Hari” contó que su primer contacto en la Corte Suprema fue el jefe de seguridad de la presidencia del tribunal, capitán Julián Laverde, que la localizó con funcionarios y personal del servicio doméstico que entregaron información sobre los procesos de la parapolítica y las posibles capturas de congresistas cercanos al gobierno de Uribe.
La exagente señaló, además, que se ha convertido en una “nómada” por efecto de seguimientos y amenazas y que demandó al Estado colombiano por daños morales y perjuicios, especialmente por su despido supuestamente injustificado del DAS, publicó el diario El País.