La estabilidad del crucero Costa Concordia, que encalló el 13 de enero en aguas de la isla de Giglio, corre peligro porque una de las puntas de las dos formaciones rocosas sobre las que está apoyado se desmorona, por lo que podría precipitarse a un abismo de 60 a 90 metros de profundidad.

El diario italiano "Tirreno" publica hoy el vídeo de un reconocimiento submarino del crucero que ahora tiene que ser examinado por expertos, pero que "provoca grandes preocupaciones sobre la estabilidad del buque, ya que parece casi suspendido en la nada".

El Costa Concordia naufragó el pasado 13 de enero en el mar Tirreno, con 4.229 personas a bordo, al hacer una maniobra de acercamiento a la isla de Giglio y embarrancar en unos escollos que abrieron el casco a lo largo de 70 metros.

En el naufragio murieron 17 personas y 15 desaparecieron.

Tras horas de confusión en el mando y en las labores de evacuación, el buque acabó en las costas de la isla de Giglio, inclinado a estribor sobre dos enormes rocas, que le impiden caer a un abismo de 60 a 90 metros de profundidad y desde donde se llevan cabo las tareas de extracción del carburante.

Según asegura el rotativo "Tirreno", el vídeo muestra que "el coloso aplasta una roca en la que se abre una fractura".

Y se pregunta: "¿Se produce bajo el peso de la nave?. ¿O se produce cuando el buque ha impactado?, la respuesta la darán los geólogos".

El verdadero peligro estriba en que el Concordia vire y caiga al abismo, con la consiguiente catástrofe ambiental, ya que resultaría imposible continuar con la extracción de las 2.300 toneladas de crudo que empezó el pasado día 12.