Ningún partido obtendrá mayoría y será necesario un pacto, según sondeos
Españoles deciden entre el bipartidismo o el cambio
Más de 36 millones de españoles se citan hoy con las urnas para elegir 350 diputados y 208 senadores que deberán corregir los desafíos provocados por años de recortes del Estado del bienestar y corrupción. Las encuestas indican una fuerte pérdida de apoyo electoral del PP, el partido conservador gobernando durante la última legislatura, aunque es probable que sea suficiente como para que tenga que abandonar el Gobierno.
El PSOE aguarda al acecho, pero sufre el pegajoso marcaje de una de las dos nuevas formaciones con opciones, si no de triunfar, al menos para decantar la balanza hacia un ejecutivo progresista o mantener el statu quo vigente hace 4 años. De lo que nadie duda es de que España entrará desde el lunes en una nueva era de transformación que dejará atrás décadas de alternancia bipartidista y gobiernos monocolores.
El pacto entre siglas será tan necesario para reorganizar el Estado español como el oxígeno para la vida. Los sondeos indican que el acuerdo preferido para la mayoría de los electores sería entre socialistas, Podemos e Izquierda Unida, que si los pronósticos demoscópicos aciertan, sumarían un frente de izquierda muy próximo a la mayoría absoluta en el Congreso. Sin embargo, la regla no escrita en España es que el partido que resulte más votado, y todos los augurios indican que será el PP de Mariano Rajoy, deberá apañársela para formar gobierno. Y aunque el actual presidente no lo ha anunciado, su primera opción será el neoliberal partido de Albert Rivera, Ciudadanos, que en los últimos días ha perdido el fuelle arrollador que esperaban.
Durante la jornada final del viernes, Rivera repitió el mantra que le ha acompañado durante las últimas semanas: “No aspiramos solo a gobernar. Aspiramos a dejar atrás la pesadilla de corrupción, el paro, el despilfarro, el clientelismo y la manipulación mediática que ha marcado la última legislatura”. Toda una soflama de intenciones de cambiar y reformar a fondo el país, que complica un posible acuerdo con el PP a quien todos acusan de los grandes males que asolan España. También el PSOE lleva a cuestas una pesada carga: la pésima gestión de los primeros años de la crisis, sus escándalos de corrupción y su connivencia con los poderes económicos lastran su acercamiento a Podemos.
Pero aun así, Pedro Sánchez recordaba en el cierre de campaña que los recortes que inició José Luis Rodríguez Zapatero antes de abandonar el poder en 2011 no afectaron al gasto educativo ni sanitario y resultaron minúsculos comparados con los que ha realizado Rajoy en cuatro años y que aún hoy son imposibles de cuantificar. Podemos llega a la cita electoral soñada cuando se fundó rebosante de entusiasmo, conservando buena parte de la energía transformadora que nació el 15-M, y con un mensaje de profunda renovación política.
Su empuje, lejos de ser el drama que el sistema de poder ha tratado de pintar durante los últimos años, ha servido para que la lucha contra la corrupción, la rendición de cuentas, la emergencia social y la participación democrática se abran paso en la clase política española. Su evolución ha reducido a Izquierda Unida a la nada, pese a que su candidato, Alberto Garzón, y su programa, ha sido muy valorado por el electorado por la ambición que muestra en materia de políticas económicas y sociales. En medio de la competición feroz por el voto que se ha disputado, PSOE, Podemos e IU es la preferida por el 21,5% de los votantes, según la última encuesta electoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
El 95% de los electores consultados rechazaba una gran coalición entre los dos grandes partidos, PP y PSOE; y el 19,3% apoyaba un pacto de gobierno entre los dos partidos conservadores, PP y Ciudadanos. (I) Datos36.510.952 españoles llamados a la urnas. Este censo electoral supone 731.744 potenciales nuevos votantes desde los comicios de 2011 e incluye a 1.875.272 residentes en el extranjero con derecho a voto, 392.522 más que hace cuatro años. 350 diputados y 208 senadores: son los puestos que están en juego en ambas Cámaras.
Para cubrirlos se han proclamado 1.262 candidaturas, 70 más que en 2011. 4.372 personas aspiran a obtener el acta de diputado en estos comicios, de las cuales 2.263 son hombres y 2.090 mujeres. En el Senado hay 1.543 candidatos: 875 hombres y 668 mujeres. 8.123 municipios celebrarán elecciones y en ellos habrá 22.951 locales electorales, con 57.486 mesas electorales. La votación comienza a las 9:00 horas (en España) del 20 de diciembre, y termina a las 20:00 horas. (I)