El Ministerio de Asuntos Exteriores de España reclamó ayer información detallada a las autoridades de Reino Unido tras conocer la colisión del submarino nuclear de la Armada Real Británica “HMS Ambush” con un buque mercante en el transcurso de unos ejercicios de entrenamiento que realizaba frente a la costa de Gibraltar, en el sur de la península ibérica. Desde 1704, Gibraltar es un protectorado británico de tan sólo 6,8 kilómetros cuadrados de extensión cuya ubicación dentro de territorio español cuya soberanía siempre ha producido roces entre ambos países debido a su estratégica situación entre el Mar Mediterráneo y el océano Atlántico.

Según informaron ayer fuentes cercanas al ministro español José Manuel García-Margallo, a pesar de que España tenía pleno conocimiento de la presencia en la zona de este submarino, el accidente sufrido por la nave y su presencia en el puerto de Gibraltar para ser reparado les ha obligado a exigir a los británicos toda la información necesaria para evaluar los daños producidos por el impacto.

El choque, según el Ministerio de Defensa británico, provocó varias roturas en la torre de control del HMS Ambush que, al parecer, no afectan a la planta nuclear que le abastece de combustible. El buque mercante, por su parte, tampoco presenta daños de gravedad y no se produjeron heridos en ninguna de las tripulaciones. A pesar de estas informaciones británicas, España ha solicitado más “aclaraciones y datos precisos” para valorar las consecuencias del impacto.

El submarino se encuentra desde el miércoles atracado en la base que la Royal Navy tiene en el pequeño enclave de Gibraltar, uno de los paraísos fiscales más prolíficos del mundo. En el momento del accidente, el HMS Ambush operaba en aguas que Gibraltar reclama como británicas como parte de un ejercicio cuando al salir a la superficie golpeó el casco de un barco cisterna. “Fue aproximadamente a las 13.30 hora local del miércoles (6.30 horas en Ecuador), cuando el submarino nuclear de la clase Astute, se vio involucrado en una colisión con un buque mercante frente a la costa de Gibraltar”, explicó la Royal Navy en un comunicado. Nada se sabe si el sumergible operaba con cargas atómicas ni si ahora deberán vaciar el combustible radioactivo que contiene su núcleo para vararlo en tierra firme y someterlo a un exhaustivo control de seguridad. “No hay ninguna avería en la planta nuclear”, respondieron voceros de la Royal Navy ante la solicitud de precisión informativa solicitada por España. “Ni siquiera hay problemas de seguridad asociados a permanecer junto al submarino”, recalcaron los británicos.

La del HMS Ambush no es el primer incidente que ocurre en Gibraltar con estas características Desde 2001, los grupos ecologistas protestan diariamente contra la presencia de más de un centenar de embarcaciones atómicas británicas que tienen en esta bahía su lugar ideal para el atraque antes de sus entradas o salidas del Mar Mediterráneo. El HMS Ambush estuvo en el centro de una agria polémica el pasado año cuando se disponía a trasladar “material peligroso”, presumiblemente radioactivo, y hubo que establecer un perímetro de seguridad de 200 metros en torno a la bahía gibraltareña. Meses después se conoció que esas operaciones habían sido realizadas anteriormente en secreto por el mismo sumergible y por su buque gemelo, el HMS Torbay. (I)