El Gobierno español admitió ayer que una planta subterránea de almacenamiento de gas puede haber inducido la oleada de seísmos que se registran desde hace dos semanas en la costa de Castellón y Tarragona (noreste de España).

Ante esta situación, la operación de las instalaciones de almacenamiento de gas natural en la costa mediterránea fue paralizada hasta determinar si son causantes de los más de 300 sismos registrados en la zona, desde el pasado miércoles, varios de más de 4 grados Richter, y que han provocado alarma en la población.

“Parece que hay una correlación, una relación directa entre la inyección de gas que se ha producido en ese almacenamiento subterráneo que está a 22 km de la costa y los microsismos que se han producido en los últimos 15 días”, afirmó el ministro de Industria, José Manuel Soria.

Dos nuevos terremotos, de intensidad 3.9 y 4.1 en la escala de Richter, además de 22 sismos se produjeron entre la noche del miércoles y ayer en la zona del golfo de Valencia, delta del Ebro (Cataluña) y un área valenciana en el litoral de Castellón que llega hasta Vinaroz.

“Cuando se produjo uno de intensidad 3.6 hace una semana (...) lo que hizo el ministerio fue dictaminar una resolución para parar todo tipo de actividad adicional (en la planta) hasta que no se sepa exactamente qué está pasando”, explicó Soria, recordando que expertos del Colegio de Geólogos y del IGN se han trasladado a la zona para investigar.

La planta de almacenamiento de gas, bautizada Proyecto Castor, aprovecha un antiguo pozo petrolífero a más de 1.700 metros por debajo del fondo marino como un almacén de gas natural.

El pozo, en el que se han inyectado 100 millones de metros cúbicos de gas de los 1.300 millones que podría albergar, está conectado a una plataforma marina que se enlaza por un gasoducto con el sistema de distribución de gas español.

“Existen indicios para pensar que los terremotos están relacionados con la inyección de gas en el Proyecto Castor”, dijo el presidente del Colegio de Geólogos de España, Luis Suárez, quien señaló la presencia de una falla en el área.