La justicia española condenó este miércoles a más de 20 años de cárcel como líder de una organización mafiosa ruso-georgiana a Kakhaber Shushanashvili acusado de diversos delitos, entre ellos haber tratado de asesinar a un rival en la ciudad francesa de Niza.

Shushanashvili, de 44 años, era en España un "ladrón en ley", una red de dirigentes de bandas criminales implantadas en Europa del Este, y se dedicaba a blanquear "fondos, que recibía de las acciones que la organización llevaba a cabo por toda Europa", según la sentencia de condena, emitida por la Audiencia Nacional, principal instancia penal española.

El tribunal también da cuenta de como Shushanashvili y su hermano Lasha, presunto de dirigente de la banda en Grecia, decidieron a finales de 2009 asesinar a Vladimir Janashia, supuesto miembro de una facción rival, "al que consideraban un traidor".

Para ello, enviaron a dos sicarios a un hotel de la localidad de Castagniers, cerca de Niza (sureste), donde fueron detenidos por la policía francesa antes de que pudieran llevar a cabo el asesinato.

Janashia moriría en 2010 en un tiroteo en Marsella, por el que las autoridades francesas han pedido la entrega de Shushanashvili.

En España, el condenado "se ocupaba de los fondos de la organización, de la caja común, obschack", alimentada por el "dinero, que los miembros de la organización recababan y le hacía llegar, procedentes en su mayor parte de sustracciones en domicilios, generalmente llevadas a cabo en países extranjeros".

Para aflorar los fondos, creó una sociedad para "explotar distintos negocios de limpieza y lavado de vehículos" como tapadera para su blanqueo.

El tribunal condenó a Shushanashvili por blanqueo de capitales, conspiración para el asesinato, tenencia ilícita de armas, falsificación de tarjetas de crédito y tentativa de estafa continuada, según una sentencia hecha pública este miércoles.

Junto a él, fueron condenados a penas de entre un año y medio y siete años otras doce personas, entre ellas su lugarteniente Zviad Darsadze.

Shushanashvili estableció su red en las regiones del este de España en 2008. Dos años más tarde fue desmantelada durante un operativo policial en 2010 en Barcelona (noreste), Valencia (este) y Vizcaya (norte). (I)