Organizaciones sociales no conmemoran la fecha
España celebra dividida el Día de la Fiesta Nacional
La fiesta nacional en España celebrada ayer volvió a mostrar el abismo que separa a dos realidades irreconciliables. Por un lado, quienes respondieron a la llamada del rey Felipe VI y acudieron al desfile militar que discurrió por el céntrico Paseo de la Castellana de Madrid. Por el otro, quienes nada quisieron celebrar.
Entre estos últimos se encontraban tres presidentes autonómicos -de Euskadi, Navarra y Cataluña- y los secretarios generales de Podemos, Pablo Iglesias, e Izquierda Unida, Alberto Garzón.
Varias organizaciones sociales se manifestaron por el centro de la capital al grito de “El 12 de Octubre es el recuerdo del inicio de un genocidio” que era ahogado por el ruido ensordecedor de los cazas EF-18 Hornet, una versión mejorada de los F-18 de reciente adquisición, que sobrevolaron la zona en perfecta formación.
El 12 de octubre es una fecha controvertida en España desde su instauración a principios del siglo XX como ‘Día de la Hispanidad’ en memoria de la llegada a América de Cristóbal Colón y que durante los 40 años de dictadura franquista se festejó como el ‘Día de la Raza’.
Poco a poco han servido los esfuerzos institucionales posteriores para dulcificar el carácter controvertido que anualmente acompaña una jornada con un marcado perfil militar. Para muchos, el 12 de octubre aún es una fecha cargada de simbolismos negativos y que debería ser sustituida por el día de la Constitución que se celebra el 6 de diciembre como fiesta nacional de España.
La fórmula intermedia actualmente en vigor es conmemorar “el encuentro entre dos mundos”, que el rey destaca en cada uno de sus discursos desde 1987. “Sin embargo, está claro que sigue sin cohesionar al país y es otra de las paradojas que rodean el concepto de país que tenemos”, afirma a EL TELÉGRAFO el historiador Enrique Canales. (I)