Los partidos políticos españoles multiplicaron ayer  sus actos electorales al entrar en la recta final de la campaña para las elecciones del próximo domingo, en las que los sondeos son unánimes al pronosticar una amplia victoria del opositor Partido Popular (PP, centroderecha).

La contundencia de las encuestas, que vaticinan al PP de Mariano Rajoy entre 184 y 194 escaños en un Congreso de los Diputados de 350 asientos -la mayoría absoluta es 176- ha obligado al candidato del gobernante PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, a redoblar sus intervenciones. 

Rubalcaba inauguró ayer una nueva modalidad de acto electoral, con mítines pequeños.

En Betanzos, un pueblo próximo a La Coruña, en la región de Galicia,  eligió para uno de estos minimítines un mesón típico. “Dales caña”, le pidió una lugareña.

“Yo me encargo de la caña y tú de convencer a unos cuantos vecinos para que me voten”, le respondió el candidato, empeñado en movilizar a la parte del electorado socialista más decepcionado con el Gobierno, que podría optar por abstenerse.

El líder del PP, Mariano Rajoy, afronta el tramo final de la campaña desde otra perspectiva muy distinta. En la ciudad de León, el candidato “popular” dejó entrever ayer la posibilidad de que en su eventual gobierno estén profesionales de prestigio sin trayectoria política. EFE