El Brexit genera una ruptura entre Reino Unido y el gobierno de Edimburgo
Escocia propone un segundo referéndum de independencia
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, anunció ayer que pedirá autorización al Parlamento escocés para convocar a un segundo referéndum por la independencia del país, tras la negativa del Gobierno británico a buscar un acuerdo común por el Brexit.
Sturgeon confirmó desde su residencia oficial de Bute House, en el centro de Edimburgo, que la consulta popular podría convocarse para el otoño de 2018 o la primavera de 2019, antes de que Reino Unido abandone finalmente la Unión Europea (UE).
La ministra principal indicó que la próxima semana pedirá permiso al Parlamento del Estado para invocar el artículo 30 de Westminster, el cual daría paso a un referéndum independentista.
Ello dependerá en todo caso si el Gobierno británico lo autoriza, algo que Londres por ahora rechaza.
Según Sturgeon, el pueblo de Escocia debería tener la posibilidad de decidir si acepta un ‘Brexit duro’- como busca el Gobierno británico de Theresa May- o convertirse en un país independiente de Gran Bretaña.
“El Gobierno británico no se movió ni una pulgada a la hora de buscar un acuerdo (con Escocia) desde el voto por el Brexit”, explicó la jefa del Partido Nacionalista Escocés (SNP).
En el referéndum de junio pasado, a pesar de que la mayoría de la población en Reino Unido votó por la salida de la UE, el 62% de los escoceses optó por permanecer dentro del bloque comunitario.
El Gobierno escocés había publicado en los últimos meses una propuesta oficial por la cual busca que Escocia siga siendo miembro del mercado común europeo, incluso si el resto de Reino Unido abandona ese mercado.
“Escocia está en una importante encrucijada”, afirmó Sturgeon ante los periodistas.
“Tomaré ahora los pasos necesarios para asegurar que Escocia tenga una opción al final de este proceso. La opción de seguir a Reino Unido en un ‘Brexit duro’ o volverse un país independiente con la capacidad de lograr acuerdos de igual a igual con el resto de Reino Unido y una relación propia con Europa”.
La jefa del Gobierno escocés sostuvo además que es importante que Escocia “tenga el derecho de elegir su propio futuro cuando las opciones sean más claras que ahora, pero antes de que sea demasiado tarde para decidir su propio camino”.
De todos modos, admitió que habrá grandes desafíos durante el proceso, indicando que una Escocia independiente permitirá “una nueva relación con Europa, una economía escocesa más sustentable y fuerte y una sociedad más justa”.
Desde Londres, un portavoz oficial de May dijo que el Gobierno británico trabajará para conseguir un acuerdo con la UE “que funcione para todo Reino Unido y tenga en cuenta los intereses de todos los países que componen el Reino”.
“Toda la evidencia indica que la mayoría de la población en Escocia no quiere un segundo referéndum por la independencia. Será divisorio y creará enormes incertidumbres económicas en el peor momento posible. El Gobierno escocés debería enfocarse en gobernar bien y administrar los servicios públicos para la población”, destacó el portavoz.
Por su parte, Michael Fallon, ministro de Defensa británico y nacido en Escocia, consideró que no hay necesidad de un segundo referéndum independentista y que el resultado de la consulta de 2014 (en la que 55% votó en contra, frente al 45%) fue el voto de una generación.
En tanto, Kezia Dugdale, jefa del Partido Laborista escocés, sostuvo que Escocia “ya está suficientemente dividida” como para enfrentar otro referéndum independentista.
“No queremos dividirnos de nuevo y eso es exactamente lo que otro plebiscito hará. Hace algo más de dos años, el 85% de los votantes en Escocia participó en una consulta por la independencia y el resultado fue un voto claro para seguir dentro de Reino Unido. En medio de todas las incertidumbres que está generando el irresponsable plan del Gobierno británico por un ‘Brexit duro’, lo último que necesitamos es más incertidumbre y división”.
Las últimas encuestas de opinión revelan una ligera subida del apoyo a la independencia tras el anuncio de May a favor del ‘Brexit duro’.
Sin embargo, la mayoría de los escoceses no es partidaria de celebrar una nueva consulta a corto plazo, principalmente debido a las incertidumbres para la economía y el sector de negocios.
El anuncio de Sturgeon se hizo el mismo día que el Parlamento británico votaba por la ley del Brexit y a horas de que May invoque el artículo 50 del Tratado de Lisboa, para iniciar así oficialmente el proceso de divorcio de la UE. (I)
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Reino Unido está a las puertas del Brexit
Reino Unido apuraba ayer sus últimas horas antes de iniciar la ruptura con su principal aliado, la Unión Europea (UE).
Casi nueve meses después de que los británicos decidieran abandonar la UE en el referéndum del 23 de junio, si no hay sorpresas, la Cámara de los Comunes debatirá y aprobará el proyecto de ley sobre el Brexit (separación de Reino Unido de la UE) en las próximas horas. Luego volverá a la Cámara de los Lores para su lectura y votación final.
Inmediatamente después, Isabel II hará el resto dando el consentimiento real y convirtiéndolo así en ley.
Luego, May podría enviar la carta a Bruselas invocando el Artículo 50 del Tratado europeo de Lisboa y abriendo dos años de negociaciones para acordar los términos de ruptura.
“Lo que pasa luego es bastante simple”, explicó a la BBC David Davis, el ministro a cargo del Brexit. “La carta va al Consejo Europeo -la institución que reúne a los jefes de Estado y de Gobierno- y el Consejo tiene que decidir las directrices de las negociaciones”.
La UE aseguró que presentará su primer plan para las negociaciones en un plazo máximo de 48 horas tras recibir la notificación de salida de Londres y que finalizará su estrategia en una cumbre el 6 de abril. (I)