Enfermera española que sobrevivió al ébola: "No sé lo que falló, sólo sé que no guardo rencor"
La auxiliar de clínica española, que fue la primera infectada con ébola fuera del continente africano, relató su lucha "por seguir en este mundo" al salir este miércoles del hospital de Madrid donde ha estado ingresada un mes.
"Estoy aquí para daros las gracias aunque aún me encuentro débil", dijo Teresa Romero, de 44 años, en una multitudinaria rueda de prensa antes de salir del hospital Carlos III, donde fue ingresada el pasado 6 de octubre.
La auxiliar consideró que gracias a su infección y la cobertura mediática de su caso "se entendió y conoció la enfermedad, que no ha importado al mundo occidental hasta que el contagio ha llegado aquí".
Romero, de 44 años y que ingresó el pasado 6 de octubre, se había contagiado tras atender a un misionero español afectado por esta fiebre hemorrágica, repatriado de Sierra Leona el 22 de septiembre y fallecido el 25.
La auxiliar también había tratado antes a un primer misionero repatriado con ébola de Liberia, que falleció el 12 de agosto.
"No sé lo que falló, ni siquiera sé si fallo algo... sólo sé que no guardo rencor, ni reproches, pero si mi contagio sirve para algo, para que se estudie mejor la enfermedad y pueda ayudar a encontrar una vacuna o mi sangre sirve para curar a otras personas, aquí estoy", añadió en una declaración leída a la prensa.
"Me ofrecí voluntaria para ayudar aún a riesgo de poner en peligro mi vida, pero creo que no ha sido en vano", consideró.
Romero, visiblemente emocionada, agradeció la atención del centenar de personas que la atendieron durante su hospitalización y, en contexto de recortes sanitarios en España, aseguró que "tenemos la mejor sanidad del mundo; profesionales abnegados que, pese a la a veces nefasta dirección política, son capaces de obrar milagros: yo soy uno de ellos".
Y es que la enfermedad de Romero también provocó una polémica política sobre las supuestamente insuficientes medidas de prevención que pusieron en peligro la vida del personal sanitario en contacto con el virus.
Un juzgado de Madrid aceptó abrir una investigación sobre el caso tras una denuncia presentada por 15 médicos de urgencias del hospital universitario de La Paz, del que forma parte el hospital Carlos III donde se infectó la técnica sanitaria.
Poco antes de su salida, comparecieron los médicos que la atendieron para anunciar su alta.
"No queda rastro de virus en su organismo", aseguró el jefe de la unidad de enfermedades infecciosas, José Ramón Arribas, asegurando que Romero "puede hacer una vida completamente normal".
No obstante, matizó que ha "estado 30 días en el hospital por una infección muy grave" por lo que todavía tardará un tiempo en reponerse totalmente.
El caso de Teresa y la cuarentena a que fueron sometidas una quincena de personas que tuvieron contacto más directo con ella, causó una alarma en España, que los médicos han querido desactivar reiterando un mensaje de tranquilidad.
"Los pacientes, cuando se recuperan, ya no suponen ningún riesgo de contagio", aseguró Arribas.
Los médicos admitieron este miércoles que temieron por la vida de Teresa.
"Ha habido momentos críticos en los que pensábamos que el resultado no iba a ser el que esperábamos", confesó la doctora Marta Mora de la unidad de medicina tropical, recordando que es un virus con una alta mortalidad de mas del 60%.
Los médicos relataron como aplicaron a Romero distintos tratamientos, incluido un suero elaborado con plasma de la monja guineana Paciencia Melgar, que superó la enfermedad en Liberia.
"Nunca le estaré lo suficientemente agradecida", insistió Romero, que añadió que ahora "llega el tiempo de descansar".
Tras un mes en el hospital, la sanitaria tiene previsto viajar ahora a Galicia para reunirse con su familia.