En Rusia restan importancia a especulaciones por Panama Papers
La portavoz de la cancillería, María Zajárova, restó importancia hoy a las especulaciones de medios occidentales sobre el presidente de Rusia, Vladimir Putin, pese a que su nombre no aparece en los denominados Papeles de Panamá (Panama Papers).
Estábamos listos, en el sentido de que la administración presidencial había advertido de antemano de un pronto ataque mediático vinculado con supuestos documentos comprometedores, afirmó en rueda de prensa.
A mi juicio, opinó la portavoz sobre la filtración de la firma panameña Mossack Fonseca, todo el mundo estaba esperando un poco más.
Zajárova observó que en los 11,5 millones de documentos sobre clientes del bufete del país itsmeño especializado en la creación de empresas costas afuera, supuestamente entregados por una fuente anónima a varios medios y periodistas internacionales, se menciona a Rusia "de una manera algo rara, abstracta".
La fuente autorizada del Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró que los denominados Papeles de Panamá no influirán en el trabajo de esa cartera.
Por su parte, los filtradores de WikiLeaks también criticaron el proyecto de Informe Sobre el Crimen Organizado y la Corrupción (Occrp), en inglés), promotor de numerosas publicaciones en grandes medios occidentales sobre Rusia en los textos filtrados.
Esta organización de hackers considera que los periodistas del proyecto son competentes, pero no son un modelo de integridad porque realizaron este ataque contra el líder ruso financiados por Washington a través de la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid, en inglés).
Pese a su fachada de "organismo independiente", la Usaid recibe directrices estratégicas del Departamento de Estado y con frecuencia es acusada de colaborar o de ejecutar directamente proyectos no militares en el extranjero de la Agencia Central de Inteligencia.
Esos programas incluyen la desestabilización por distintos medios de Gobiernos reacios a orbitar en torno a las imposiciones de la Casa Blanca, y el apoyo a fuerzas políticas opositoras a las autoridades constitucionales, en particular en América Latina, según reconocen los propios directivos de la Usaid. (I)