En la ONU preparan proyecto de resolución contra ataques a hospitales
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó este jueves el bombardeo del hospital Al Quds en Alepo (Siria) que dejó al menos 30 muertos el miércoles, calificándolo de "imperdonable".
"Debe haber responsables para estos crímenes", agregó en un comunicado.
"Los ataques a civiles constituyen violaciones inaceptables a las leyes humanitarias", afirmó, aludiendo igualmente a "recientes bombardeos ciegos por partes de fuerzas gubernamentales y los grupos de oposición y a prácticas terroristas empleadas por grupos extremistas".
Ban llamó a las partes beligerantes en Siria a "comprometerse nuevamente y con urgencia en el cese de las hostilidades".
Pidió asimismo al Grupo Internacional de Apoyo a Siria, en especial a sus dos copresidentes, Estados Unidos y Rusia, a "ejercer presión sobre todas las partes involucradas para poner fin a los combates y garantizar que se lleven a cabo investigaciones creíbles sobre incidentes como el ataque al hospital Al Quds".
Mientras que el embajador de Nueva Zelanda ante la ONU, Gerard van Bohemen, anunció que varios países trabajan para presentar al Consejo de Seguridad un proyecto de resolución contra el ataque a hospitales en zonas de conflicto.
En declaraciones a la prensa, el diplomático precisó que Nueva Zelanda, España, Uruguay, Japón y Egipto, todos miembros no permanentes del Consejo, perfilan la iniciativa, que debería introducirse la próxima semana.
Según van Bohemen, los ataques a hospitales e instalaciones médicas en general ocurren en Siria, Yemen, Sudán del Sur y otros países afectados por conflictos.
"Esperamos enviar un mensaje duro sobre estos hechos, aunque desde el punto de vista legal, la resolución no aporta nada nuevo", dijo.
Van Bohemen enmarcó los esfuerzos en el contexto de reportes que señalan el bombardeo en las últimas horas de un hospital en Alepo.
Pese a que no existen pruebas concretas sobre los hechos, medios occidentales y del Medio Oriente atribuyeron la acción al gobierno de Bashar al Assad, que intenta expulsar de Alepo a los rebeldes y terroristas que controlan sectores de la ciudad.
Fuentes militares sirias negaron la responsabilidad en el ataque y denunciaron las informaciones al respecto por falsas y dirigidas a ocultar los crímenes de los extremistas en la devastada urbe del noroccidente del país levantino.
Desde 2011 Siria sufre un sangriento conflicto, caracterizado por la violencia de grupos armados que sirven de punta de lanza al cambio de régimen que occidente y sus aliados regionales tratan de imponer en Damasco. (I)