Al menos 21 civiles perdieron  la vida ayer en los ataques de las fuerzas del régimen sirio contra la ciudad de Homs, bastión de la revuelta, indicó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

Nueve civiles, incluida una mujer, perecieron a causa  de disparos, bombardeos e intento de asalto contra el barrio de Jaldiye y seis más fallecieron  en actos similares en Baba Amr. Un adolescente de 15 años murió en Hula, cerca de Homs. 

En la provincia de Damasco, en Zabadani, cinco civiles murieron en un bombardeo del Ejército sirio que asedia desde hace varios días esta ciudad (noroeste de Damasco).

Las condiciones humanitarias en esta ciudad abandonada son  difíciles, mientras que  en   Homs solo hay un  hospital provisional que funciona en Baba Amr, donde faltan medicamentos y sangre.

“Hay cerca de 400 heridos en Baba Amr”, dijo Fadi Abdala, otro militante, miembro de la Comisión General de la Revolución Siria, una organización de contestatarios, quien precisó que este hospital fue bombardeado el lunes.

Mientras tanto, el Ministerio del Interior de Siria acusa  a  los grupos armados que escalaron las agresiones y actos criminales las últimas semanas, en particular en días recientes, y que han costado la vida a cientos de civiles y dañado propiedades privadas y públicas.

Una declaración de esa dependencia, que circuló ayer en medios de prensa, califica de “crímenes atroces y viciosos” las acciones de esas bandas entre las que se reportan ataques con obuses y cohetes RPG y atentados dinamiteros contra edificaciones civiles y objetivos económicos, secuestros de ciudadanos y saqueo de propiedades, principalmente en Homs. AFP/PL