Expertos cuestionan manejo de emergencia en Puerto Rico
Hace más de dos años el huracán María mostró que Puerto Rico no estaba preparado para un poderoso huracán, pese a encontrarse en una de las regiones más activas del mundo.
Ahora, una serie de sismos que incluye un terremoto de magnitud 6,4 que la semana pasada mató a una persona y dañó cientos de edificios hizo que expertos volvieran a acusar al gobierno de falta de preparación.
Desde el 28 de diciembre se registraron más de 1.280 sismos en el sur de Puerto Rico, más de dos docenas de ellos de magnitud 4.5 o más, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. La Red Sísmica de Puerto Rico registró ayer otros tres temblores de magnitud 4,6, 2,1 y 3,6.
“Quedó demostrado que Puerto Rico no está preparado para un movimiento sísmico”, dijo Nazario Lugo, presidente de la Asociación de Gestores de Emergencias de la isla. “El gobierno tiene que ser proactivo y vimos que no fue de esa manera hasta que tenían el agua al cuello”.
Lugo, exdirector de gestión de emergencias de Puerto Rico, dijo a The Associated Press que el gobierno no activó su centro de mando de emergencia hasta al día siguiente del sismo más grande e incumplió el protocolo.
Esto provocó comparaciones con la gestión del huracán María en 2017, que devastó la isla y mató a miles de personas. Los críticos señalaron que para cuando llegó la tormenta, las autoridades locales y federales contaban con suministros limitados en una isla con infraestructura mal mantenida, lo que provocó demoras en la respuesta debido a la falta de comunicación y organización.
Una serie de pequeños sismos empezó a golpear a Puerto Rico el 28 de diciembre. El 6 de enero, día de los Reyes Magos, un importante feriado en la isla, un temblor de magnitud 5,8 rompió una conocida formación rocosa en la costa.
“El primer día, cuando se repartían juguetes, se debió tomar la determinación de comenzar un proceso de activación gubernamental”, señaló Lugo.
Eso no ocurrió hasta el terremoto de magnitud 6,4 que golpeó el martes pasado antes del amanecer. El sismo dejó sin electricidad a todo el territorio, derribó casas y escuelas y agrietó puentes. Muchos residentes en la costa sur se quedaron sin agua corriente y más de 4.000 personas buscaron cobijo en refugios del gobierno.
Aunque muchos puertorriqueños se sorprendieron, los científicos no. Era el caso de Christa von Hillebrandt, exdirectora de la Red Sísmica de la isla y gestora del programa de alerta de tsunami de la Administración Atmosférica y Oceánica Nacional.
“Por décadas, científicos y personas como yo hemos informado y alertado a la comunidad y al gobierno de Puerto Rico de la amenaza física”, señaló.
“Sobre los pasados 30 años definitivamente se elevó la conciencia sísmica en Puerto Rico, pero faltó mucha acción (...) Uno veía mejoras, pero algunas áreas críticas no recibieron suficiente atención”.
Apenas unos días después del desastre natural, el director de gestión de emergencias, Carlos Acevedo, admitió a la prensa que el gobierno aún no había completado un protocolo de actuación en caso de terremoto en la isla.
Juan Alicea, presidente de la Sociedad puertorriqueña de Ingenieros Profesionales, dijo a AP que no recibió un borrador del plan hasta el 5 de enero. “Yo lo veo como una falta”, dijo. “Tenemos que todos asumir nuestras responsabilidades”.
Entre tanto, algunas personas como Nancy Torres, de 58 años, prometieron que no volverán a su casa hasta que la tierra deje de temblar. (I)