La justicia brasileña ordenó el embargo de los bienes de los propietarios de la discoteca Kiss de la ciudad de Santa María, en la que un incendio el domingo dejó al menos 231 muertos, según el portal G1 que cita fuentes oficiales.

La medida fue solicitada para garantizar el posible pago de indemnizaciones en caso de que los dos dueños del establecimiento, arrestados el lunes, sean considerados como responsables por el incendio más trágico de Brasil en los últimos cincuenta años, afirmó el defensor público del Estado brasileño de Río Grande do Sul, Nilton Arnecke.

El embargo, tanto de los bienes de la compañía propietaria de la discoteca Kiss como de los dos socios de la empresa, solicitado por Arnecke, fue ordenado en la noche del lunes por el juez Afif Simoes Neto, del foro penal de Santa María, ciudad del Estado de Río Grande do Sul, fronterizo con Argentina y Uruguay.

En tanto, miles de personas marcharon, la noche del lunes, por las calles de Santa María para exigir justicia por las víctimas del incendio. La noche de la tragedia, la discoteca, con capacidad para 691 clientes, tenía un exceso de aforo y el  permiso para operar estaba vencido.