Lo que siguen son las comparaciones de 2 programas: el de dilma, basado en la inclusión, y el de neves, en el libre mercado
El voto conservador de Sao Paulo catapulta a Aécio Neves a la segunda vuelta (Galería)
Los mercados financieros aplaudieron la no reelección de Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), en la primera vuelta de Brasil, y el avance de su futuro rival en el balotaje del 26 de octubre, Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). El índice Bovespa de la Bolsa de Valores de Sao Paulo abrió con una subida del 7% y el real se fortaleció ante el dólar luego de varias semanas de oscilaciones que coincidían con el avance de la economista y exguerrillera.
La figura que emergió de la elección fue el exgobernador de Minas Gerais, Aécio Neves, dirigente liberal del PSDB, a quien daban por muerto las encuestas y que pudo imponerse en el segundo lugar ante Marina Silva, la ecologista relegada al tercero y quien da señales de apoyarlo en la segunda vuelta del 26 de octubre.
La primera vuelta electoral arrojó que Rousseff recibió el 41,59% de votos y Neves el 33,55%. Fue la peor performance del PT desde que en 1998 Luiz Inácio Lula da Silva perdió en primera vuelta ante Fernando Henrique Cardoso. Pero el historial lo tiene a su favor: nunca perdió una segunda ronda. Lo cierto es que cuando las encuestas colocaban la disputa entre Rousseff y Marina Silva, el voto útil contra el PT -diseminado sobre todo en la fortaleza conservadora que es el estado de Sao Paulo- catapultó a Neves.
Neves compartió posiciones liberales con Marina Silva. “Queremos los votos de ella para derrotar el estilo de gobernar del PT”, dijo Agripino Maia, un ultraderechista que es coordinador de la campaña de Neves y que en 2009 discutió con Rousseff por haberla acusado de mentir en los interrogatorios bajo tortura a los cuales sometió la dictadura a la actual presidenta.
En ese marco, Neves espera seducir al 20% de los votos que recibió Silva y convertir la segunda vuelta en un plebiscito sobre Rousseff, que ostentaba un perfil de dura gerenta económica. “Vamos a hacer un gobierno honrado, estamos abiertos a todos”, comentó Neves tras su sorprendente votación, que estuvo opacada porque el PT le arrebató a su partido nada menos que el gobierno de su estado, Minas Gerais, el mismo en el que nació Rousseff.
El candidato “tucán” (como se les dice al PSDB) reivindicará el cambio de gobierno y, como hasta ahora, defenderá el rumbo de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) que marcó la era de las privatizaciones y la apertura económica.
En caso de ser elegido, su ministro de Economía será Arminio Fraga, un consultor económico de nombre internacional que presidió el Banco Central en la época de Cardoso y está calificado como ultraliberal, al punto de hablar abiertamente de un ajuste para reducir las cuentas públicas.
Ese punto es el que marcará la diferencia entre el liberal Neves y la desarrollista Rousseff. “Vamos a poder comparar programas de gobierno, como empleo, renta, inclusión social”, dijo Ricardo Berzoini, exministro de Relaciones Institucionales de Lula. Rousseff vinculará a Neves con la intención de privatizar a la empresa petrolera Petrobras y como ya lo hizo en la campaña, debatirá la agenda opositora sobre cómo se puede hacer un ajuste para frenar la inflación sin afectar la creación del empleo.
Neves tiene linaje político familiar: es el nieto de Tancredo Neves, presidente electo fallecido antes de asumir en 1985. Su carrera política la hizo en Minas Gerais, donde se convirtió por 2 mandatos en gobernador del estado. Tiene fama de Don Juan y de frecuentar hasta hace poco las revistas del corazón en Río de Janeiro, donde se negó una vez a hacer el test de alcoholemia ante un operativo policial.
Antes de la primera vuelta, Aécio Neves había bajado el martillo sobre los planes en política externa: buscar escapar del Mercosur para poder firmar acuerdos de libre comercio con otros países y bloques. Durante la campaña se le escuchó decir que el norte a seguir eran los acuerdos de libre comercio de la Alianza del Pacífico (México, Chile, Colombia y Perú) para “dinamizar” las cuentas. El resultado de las elecciones en Brasil puede inclinarlo hacia un alineamiento con Estados Unidos o a seguir el camino de los últimos 12 años como Estado soberano en el mandato de Rousseff, opinó el académico argentino David Palacios.