Ausencia de liderazgo presidencial
El tráfico de influencias afecta gestión de Ollanta
Será difícil recordar la administración del Ejecutivo saliente en este quinquenio como de absoluta responsabilidad de Ollanta Humala (foto). La presencia de su esposa Nadine Heredia en los espacios del Gobierno significó una fuente constante de desgaste político.
Los críticos del humalismo insistían en la ausencia de un liderazgo presidencial que permitía la intromisión de Heredia, a quien veían como una figura hábil para utilizar el poder logrado por su esposo como un trampolín hacia un proyecto político propio.
Hoy, al dejar el poder, esas premisas lucen inciertas. Impedida de salir del país debido a la investigación que se sigue en su contra por el presunto delito de lavado de activos, Heredia encarna el complicado final de la administración humalista.
Tras 5 años de gestión, el 65% de los peruanos cree que lo actuado por Humala no merece más que el rechazo. El aumento de la corrupción (63%) y el desborde absoluto de la violencia (73%), aparecen como dos argumentos sólidos que sostienen este repudio.
En la campaña que llevó a Humala al poder, en 2011, frases como “la honestidad para hacer la diferencia” eran repetidas sin pausa, generando expectativa popular en un medio caracterizado por el engaño.
Una de las razones que más pesó entonces para la elección de Humala tenía que ver con su formación como militar: esa experiencia lo posicionaba como el “más apto” para hacerle frente a la delincuencia. Ni lo uno ni lo otro.
Durante su gobierno los casos de tráfico de influencias han causado remezones determinantes para la fragmentación del proyecto político de Humala, denominado “la gran transformación”.
Entre los más sonados están los casos cometidos por Omar Chehade, congresista y hombre cercano a Humala, quien ejerció presión para lograr contratos a favor de una compañía azucarera. Pero están también la serie de influencias ejercidas por Martín Belaúnde Lossio, principal asesor del Presidente, detenido tras comprobarse el cobro de comisiones a diferentes empresas inversoras en el país. (I)