El Rey explicó en su discurso que “hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura actual está demandando”. Una nueva generación encarnada por su hijo y actual príncipe de Asturias, Felipe.

Juan Carlos I ha sido un personaje clave de la historia contemporánea española. Es tras su acción que se planteó la Constitución de 1978 que hizo volver el país a la democracia después de casi cuatro décadas de dictadura.

Fue el mismo dictador español quien lo eligió como su heredero. Francisco Franco, obsesionado entonces por hacer perdurar su régimen, nombró en 1969 a Juan de Borbón como su sucesor a través del título de Príncipe de España. La relación entre el régimen franquista y la monarquía derrotada por los republicanos en 1931 fue variable. El movimiento falangista, la corriente ideológica mayoritaria de la dictadura durante su período más radical, rechazó cualquier entidad real, pero después de la Segunda Guerra Mundial y la vuelta más conservadora del franquismo, el caudillo necesitaba de los borbones para establecer su legitimidad.

A la muerte de Franco en 1975, Juan Carlos se convirtió entonces en el nuevo jefe de Estado y puso en marcha la transición democrática con los actores de la sociedad civil. España canceló las leyes fundamentales de la dictadura con su Constitución y entró en una nueva fase.

El 23 de febrero de 1981, la joven monarquía parlamentaria tuvo que enfrentarse a unos militares nostálgicos del franquismo que intentaron fomentar un golpe de Estado. Asaltaron el Congreso de los Diputados sin conseguir lo que querían. El Rey se impuso con mucha fuerza a los golpistas, poniéndose como defensor del orden constitucional. El 23F fue el evento que consolidó la democracia y la legitimidad de Juan Carlos.

A lo largo de los años, el monarca fortaleció su imagen de ‘reconciliador’ siendo, por ejemplo, un actor importante por la entrada de su país en la Comunidad Económica Europea (lo que precedió la Unión Europea). El Rey incrementó también las relaciones entre España y América Latina a través de la creación de las Cumbres Iberoamericanas desde 1991.

En un comunicado oficial, la Cancillería ecuatoriana reconoce “los esfuerzos realizados durante el reinado de Juan Carlos I para que la históricamente buena relación de España con Ecuador se vea fortalecida”. Sin embargo, desde los últimos años, la popularidad de la monarquía se está desmoronando.

Varios escándalos, como la caza de elefantes, con un costo de varias decenas de miles de euros; y la implicación de la infanta Cristina y su marido en casos de blanqueo de capitales y fraude fiscal, han ‘desacralizado’ la imagen de la Casa Real.

La nominación de Felipe VI como rey será efectiva cuando las Cortes la hayan aprobado por mayoría absoluta. Por lo tanto, el anuncio de la abdicación ha suscitado una inmediata reacción de los grupos españoles de izquierda, que quieren aprovechar el momento para repensar las bases del sistema. Juan Carlos es un pilar del ‘régimen de 78’ que se fue.

La crisis económica que golpeó muy fuerte al país deslegitimó -quizás para siempre- una monarquía constitucional que no alcanzó a proteger a los ciudadanos, quienes no se sienten más representados por las instituciones tal cuales son.

Así, en un contexto de democracia deslegitimada, al anuncio de esta abdicación histórica las redes sociales movilizaron centenas de miles de personas en las calles para pedir una tercera República. Tal vez ha llegado el momento para España de acabar con lo que sobra del franquismo y dar un nuevo paso.

PARTIDOS DE IZQUIERDA PIDEN REFERÉNDUM

Varios partidos de izquierda, con exclusión del Partido Socialista Obrero Español que apoya la sucesión prevista por la Constitución, piden que se convoque a un referéndum sobre la monarquía que permita a los españoles optar por un régimen republicano. A través de las redes sociales se están realizando convocatorias a manifestaciones a lo largo de España para impulsar la consulta popular sobre la Corona.

Los movimientos que ya se pronunciaron son Izquierda Unida, Equo, Compromis y Podemos, que anunciaron el apoyo al referéndum en el parlamento. “Si Felipe quiere ser jefe de Estado que aspire a legitimidad democrática: si cree tener confianza de los ciudadanos, que les pregunte”, manifestó el líder de Podemos, Pablo Iglesias.

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